lunes, 18 de diciembre de 2006

Algo que ocultar


Que Mario Pérez, presidente de Coalición Canaria en Lanzarote, es alguien que encaja mal, muy mal, las críticas es algo ya sabido. Que no soporta que nadie dude de su exquisita honestidad y honradez, también lo conocemos. Ya lo dejé escrito un día: ni una mancha en el traje (gris), ni una miga en el bigote. Sin embargo, esta especie de paranoia le lleva, en ocasiones, a cometer algún que otro desliz. Ya en la forma (llegó a sacar un comunicado de réplica a una rueda de Prensa de Alternativa antes incluso de que la opinión pública conociera el contenido de esa rueda de prensa), ya en el fondo. Y a ese fondo voy.

Asistimos estos días a una serie de reuniones de la Comisión de Investigación que trata de depurar las responsabilidades políticas, si las hubiera, sobre el famoso contrato cuyo supuesto incumplimiento derivó en el laudo condenatorio contra Inalsa. Me ahorro los detalles puesto que la historia es de todos conocida. Bien, pues de las cuatro o cinco reuniones que lleva celebradas la Comisión de Investigación, el Cabildo no ha notificado a la prensa ni una sola. O acaso la sesión constituyente y gracias. Apagón informativo que ha llegado a su punto de máxima expresión en la reunión de este lunes: prohibida la entrada a la prensa. Directamente.

La presidenta de la Comisión de Investigación, Angeles García (Secretaria General de Coalición Canaria en Lanzarote), negó el acceso de los periodistas a una sesión en la que se iban a visionar las comparecencias de Mario Pérez ante la Cámara de Comercio de Las Palmas. Mario Pérez acudió varias veces a someterse a largas sesiones interrogatorias en presencia de los equipos jurídicos de Inalsa, la UTE y el árbitro que acabó dictando el laudo. Como parece normal, por otra parte. ¿A qué obedece, por tanto, que se nos tratara de evitar la imagen del impecable Pérez sometido a un dilatado cuestionario? ¿Qué de secreto tiene ver al Consejero Delegado de Inalsa (empresa pública) dar explicaciones acerca de un asunto que a punto ha estado de

A Mario Pérez se le ha acusado de no mover ni el meñique para evitar que a Inalsa le cayera la enorme losa a modo de laudo condenatorio por aquel estropicio de contrato que firmó Pérez Parrilla en 2001. Se hizo el nuevo cuando, en su fiesta de presentación, el semanario Lanzarote Noticias adelantó la primicia. 

martes, 5 de diciembre de 2006

El yate

El otro día me mostraron un par de fotos en las que se apreciaba lustroso yate atracado en el Marina Rubicón (selecto puerto deportivo santo y seña del turismo de calidad y recurso siempre presente en las oraciones de un periodista). Me dijeron que pertenecía a una mujer que ejerce la política en la isla. Y añadieron que antes era de un poderoso empresario de la construcción. Y más nada. ¡Hala, búscate la vida y ata cabos! Puedo pensar bien y escribir que la señora se ha pedido un crédito de mil pares de narices, que se jarta a potaje en lugar de solomillo y que utiliza unos ahorrillos que le han quedado de vayan-a-saber-qué para comprar el paquebote de segunda travesía. Puedo. Pero también puedo pensar mal y acabar en la cárcel por difamador porque estas cosas que ustedes están pensando son casi siempre difíciles de demostrar.
            Un bajel como el que en la foto aparece vale sus buenos eurillos y el lugar donde está amarrado tampoco sale gratis. Creo. Es más, aseguro. Y si a eso le sumamos que esa familia ha de mantener, pongamos, una casita en la playa, otra en el campo y una tercera en la ciudad, nos dará como resultante que yo de mayor quiero ser político. Está por descubrirse el cargo público que pase más penurias, aunque sea las mismas, que pasaba en su vida “de civil”. Casi todos, ¡oh casualidad!, han aumentado su tren de vida nada más que con echarse unos ratos en cualquier poltronilla del tres al cuarto. Algunas, ya vemos, del tren de vida han pasado al yate de por vida.
            Así que cuando ví el retrato acerté a medio divisar mi cara de pasmado reflejada en estribor. ¿O era babor? Siempre he tenido algún problemilla para distinguir la derecha y la izquierda de los barcos. Más o menos como algunos políticos. Sólo que ellos se lían con la geografía ideológica y yo con la náutica. Si alguna vez soy concejal (que lo dudo porque ni aspiro ni me querrán en ningún lado por lenguaraza) supongo que aprenderé lo que es babor, estribor, proa, popa (esta medio me la sé), la botavara, el trinquete, el ancla, la escotilla (el escote), el forro y el morro (que algunas le echan al asunto, subrayo).

            Diablos de foto que descubre mis miserias. Quemándome los ojos en la pantalla del ordenador sin un mal constructor que echarme a la caja B. ¿Son todos iguales? No, qué va. Son unos cuantos. El problema es que el resto, en lugar de señalarlos con el dedo, calla. Calla y los sigue eligiendo candidatos. Y candidatas. Viva la Virgen (del Carmen, que es la patrona de los marineros. Y marineras) 

viernes, 1 de diciembre de 2006

007 presidentes en el Cabildo


El 21 de junio de 2003 Dimas Martín (001) tomaba posesión como presidente del Cabildo. Así lo quisimos los ciudadanos pese a que tenía pendiente una condena y un juicio con muy mala pinta –tanta que le tiene otra vez a las puertas de prisión-. El 10 de enero de 2004, Dimas entra en Tahíche. Pero sigue siendo presidente. Esta vez ya sin el permiso de los ciudadanos, pero permitiéndolo Coalición Canaria y el Partido Popular. Conviene no olvidar. Tendremos un presidente entre rejas hasta junio, más o menos, cuando Dimas dimite no sin antes teledirigir a Mario Pérez (002) que se queda guardándole el sillón como presidente accidental.

En julio de 2004, María José Docal (003) toma posesión como presidenta en medio de una fuerte crisis en el PIL. Aguanta hasta febrero de 2005 cuando dimite por problemas de salud pero con una moción de censura presentada en su contra y firmada, entre otros, por sus ex compañeros de partido. Es Plácida Guerra (004) quien preside esa sesión que encumbra a Francisco Cabrera (005), del Partido Popular, a lo más alto de la política insular. Fue el 23-F de aquel año. Verídico.

Apenas cien días en el Gobierno y Cabrera la lía destituyendo a los de Coalición Canaria y haciéndose tal bucle que acaba renunciando al cargo aupando a Loly Luzardo (006) a la Presidencia en un histórico dúo de gobierno formado por ella misma y Paco –harakiri- Cabrera (Astrid Pérez estaba de baja por pre-maternidad -eso dice ella, pero para mí que le daba vergüenza todo lo que estaba pasando-). El caso es que esta situación se mantiene hasta que el 30 de junio de 2005, y tras la enésima consulta a la Junta Electoral, sección Lanzarote, Inés Rojas (007) es proclamada presidenta del Cabildo.

Ayer, 30 de noviembre de 2006, el Partido Socialista rompía un pacto que debió romper mucho antes y deja en minoría a 007 (sin faltar, sólo sigo el orden de los presidentes) y sus chicos/as del grupo de Bondbierno, digo de Gobierno. Por delante seis meses de legislatura. Se impone la negociación, la sinceridad, la generosidad, el interés común. Se impone, en definitiva, la responsabilidad que, como hemos visto, ha estado ausente del Cabildo tres años y medio.

¿Y ahora?


Perdonen que lo pregunte, pero ¿Y ahora qué?. Una vez que los socialistas han firmado la ruptura que existía en el Cabildo desde hacía meses dejando al Gobierno –es un decir-  en minoría, se impone ese interrogante. ¿Y ahora? Teóricamente nuestros representantes públicos han de hacer un ejercicio de lo que menos tienen: responsabilidad. Y llevar la nave (o el camarote de los Hermanos Marx) hasta el puerto de mayo. Gobernar en minoría supone hacerlo con humildad y verbo. Hay que negociar, pero en serio, todas aquellas cuestiones que quieran aprobarse.

Ejercer la oposición, en tales circunstancias, invita a la generosidad y a la verdad. Y así seis meses. Medio año. La octava parte de una legislatura. Tiempo en la historia de Lanzarote que no podemos permitirnos el lujo de botar como hemos hecho –como han hecho- con buena parte de esta disparatada legislatura. 

jueves, 30 de noviembre de 2006

...y le mearon los perros


Justo esta semana comentaba con Manu Riveiro en la Tertulia de Localia que al líder de los socialistas lanzaroteños, Manuel Fajardo, sólo le faltaba que le meara un perro. Tal cúmulo de despropósitos adquiridos voluntariamente o impuestos desde la superioridad, pero tragados sin agua, me parece a mí que atesora en muy poco tiempo de carrera política. Bueno, pues ya le ha meado. Levantó la patita justo al lado del chistoso Secretario de Comunicación de Fajardo y le ha enchumbado los pantalones a la altura del carnet del PSOE.

Junio de 2005 marcó el punto de inflexión. Manuel Fajardo diseñó todo para ser presidente y sólo consiguió aupar al primer sillón de la isla a Inés Rojas: la que ha firmado el decreto echando a la calle a Lula (el local, no el brasileiro). Tras semanas de tiras y aflojas (casi siempre tiraba Coalición y aflojaba el PSOE), el alter ego del Secretario General, o sea Carlos Espino, se queda sin PTE. Y muy poquito después es el socialismo entero quien se queda sin el documento del que habían hecho el motivo de su permanencia en el pacto. Mientras tanto Fajardo amenaza que te amenaza. Más de ahí no lograba pasar.

Pero no sólo en lo público flojea el jerifalte socialista. También en lo orgánico. Desde hace semanas, a cada decisión que adopta la Ejecutiva Insular socialista, sigue una contraorden de la Ejecutiva Regional (primarias, candidatos de Arrecife, candidato al Parlamento, coordinador de campaña,…) mostrando al gran público las debilidades de un ¿líder? A estas alturas la grieta abierta con la ejecutiva de Arrecife es una sima de colosales proporciones.

 Que todavía hoy las encuestas den triunfos aparentemente incontestables a los socialistas ha de deberse a una extraña confluencia de los astros o a que el resto de la política de Lanzarote es un solar de los de charco y jeringuilla. Otra cosa no me cabe en la mollera. Ahora, Fajardo se ve ante otro envite. Una de esas situaciones que ha gestionado rematadamente mal durante toda la legislatura. Le han hecho otra afrenta. Le han meado los pantalones. Puede reaccionar con personalidad o bajárselos por enésima vez. Veremos.

viernes, 24 de noviembre de 2006

Feliz Navidad

Todo huele ya a Navidad. El malpaís es muérdago, los volcanes escupen nieve, el reguetón se vuelve villancico y Papa Noel empieza a dar el coñazo. He leído por ahí que cada españolito que vino al mundo apoquinará unos ochocientos euros por no salirse del guión establecido en estas entrañables fiestas. Ciento treinta mil pelas en langostinos, turrón, vino y voladores. Pero no todos las disfrutarán por igual, claro. Los habrá que ni huelan el jamón y otros a los que les sobrará para meterse cuatro rayas de más. Como siempre, vamos. Este año, fíjense, los Reyes se han adelantado y ya vinieron. De regalo: el centro de Salud de Titerroy y eurillos para las tiendas de ropa más selecta y para las peluquerías más de moda. Ahora sólo falta Santa Claus, que creo que vendrá el día 15, que será viernes.
            Tal jornada ha sido elegida este año para el tradicional almuerzo navideño que ofrece el presidente del Gobierno de Canarias a todos los directores de los medios de comunicación del Archipiélago entero. Y esta vez, algo sin precedentes, el ágape tendrá lugar en Lanzarote. Ni Gran Canaria ni Tenerife: Lanzarote. Mario Pérez ya tiene algo que arrayarse. A ver qué nos trae el Papá Noel del chicha este año. En el almuerzo de las navidades pasadas –al que asistí en estricto cumplimiento de mis obligaciones profesionales- el primero de todos los canarios nos obsequió con un nada desdeñable pedrusco en forma de eje Transinsular. Menudo es Adán Martín pronunciando discursos. Para recibir la soflama presidencial nos tuvimos que perder allá abajo en el valle de un lluvioso Agaete con el Dedo recién amputado.
            Lo recuerdo como si fuera hoy mismo: veo la blanca carpa con sus redondas mesas y plasmas por los cuatro puntos cardinales. Del menú no me acuerdo demasiado pero de la arenga, a este pobre desmemoriado no se le olvida ni una coma. ¡Dios, qué fatiga! Será porque para el condumio tengo un buen digerir, pero aguanto menos los bla blás con teledirigida intención. Me tocó en la mesa que presidía el consejero conejero. Salí ganando pues nada descubro si digo que Manuel Fajardo (Feo) es una más que agradable compañía.
            La insistencia con la que Adán viene a Lanzarote responde, como es obvio, a un objetivo concreto: restregarnos en las narices, desde Coalición Canaria, lo mucho que ha venido el Presidente y que nunca hubo alguno antes en la historia de esta Comunidad, que más se rozara por la Canarias periférica o estratosférica, ya no sé muy bien qué somos. Cosas de Pepe Torres, el alcalde de Haría y amigo personal del Jefe de Ejecutivo, que ve cosas que otros no ven. Y le basta con un modesto despacho en la punta norte para manejar buena parte de los hilos que se mueven en la Coalición insular, en serio peligro de quedarse sólo con ese ayuntamiento y el de Suso, en Tinajo.

            De ahí que Adán venga de Romería, que Adán esté junto a Leonardo, (el candidato de Yaiza), que Adán esté por San Juan, por San Ginés y por San lo que sea, que Adán, en definitiva, haga el trabajo de los estrategas que debe tener CC (aunque apenas se noten) y eche el resto para que Lanzarote resista.

Cuento (capitalino) de Navidad


Todo huele ya a Navidad. El malpaís es muérdago, los volcanes escupen nieve, el jodío reguetón se vuelve villancico y Papa Noel empieza a dar el coñazo. He leído por ahí que cada españolito que vino al mundo apoquinará unos ochocientos euros por no salirse del guión establecido en estas entrañables fiestas. Ciento treinta mil pelas en langostinos, turrón, vino y voladores. Pero no todos las disfrutarán por igual, claro. Los habrá que ni huelan el jamón y otros a los que les sobrará para meterse cuatro rayas de más. Como siempre, vamos. Este año, fíjense, los Reyes se han adelantado y ya vinieron. De regalo: el centro de Salud de Titerroy y eurillos para las tiendas de ropa más selecta y para las peluquerías más de moda.

Son fiestas de excesos y buen rollito. Como el de la alcaldesa de Arrecife, María Isabel Déniz, que luce radiante de sentido del humor y lo comparte con los periodistas y, a través de ellos, con todo bicho viviente en el viejo Puerto. Así me pareció cuando la primera dama capitalina fue cuestionada sobre una deuda que dice Alternativa Ciudadana que el ayuntamiento mantiene con Urbaser, la empresa que recoge las basuras, dice que limpia las calles y corta el césped y mutila árboles. Nada menos que mil cuatrocientos millones de las desaparecidas pesetas. Pasta gansa. ¿Será verdad? ¿Será mentira? Pues ni idea, vamos. La alcaldesa se mofó de Alternativa y de paso de todos los que le votaron y de quienes, sin votarles, quieran saber si está la Casa común empeñada hasta las cejas.

“No sabía que Urbaser tuviera un concejal en el ayuntamiento” –se burló la primera edil. “Ahora ya se que el concejal de Urbaser es el de Alternativa Ciudadana” continuó la aspirante al Club de la Comedia. Burla burlando, chacota y chirigota, mofa y cuchufleta y a otra cosa mariposa. ¡Pero qué simpática! Debe ser el espíritu de la Navidad que se le ha adelantado. Algo parecido le pasó a Mr. Scrooge en el Cuento de Dickens cuando convirtió al viejo huraño en un tipo de lo más amable. Lo hizo mediante el espíritu de tres navidades: las pasadas, las presentes, las futuras.

El del Pasado le mostró su propia infancia alejada de la ambición que luego demostraría. El del Presente la austeridad y desgracia en casa de su empleado de Urbaser….uy, perdón de su empleado Bob Cratchit, donde a pesar de todo celebran la Navidad. Y, por fin, el fantasma del Futuro que le enseña al viejo arisco cómo pierde las elecciones…vaya, otra vez; que le enseña a Mr. Scrooge cómo son las navidades futuras con él en la tumba. El cuento de Dickens acaba bien, porque es un cuento.  Pero lo del ayuntamiento es una realidad, ¿triste?.

jueves, 19 de octubre de 2006

El Guincho y la FCM


Hubo un tiempo en que las reflexiones de la Fundación César Manrique eran respetadas. Es más: eran demandadas de tan poco como se prodigaban en relación a lo mucho que había que alegar. Se hacía eterno el periodo que transcurría entre una opinión y la siguiente. Apenas recuperados del impacto sobrevenido a la muerte del artista, en las entrañas del Taro todavía dudaban sobre si, además de seguir con su obra, debían hacer lo propio con su espíritu. Lanzarote pedía a gritos que la Fundación perpetuara el mensaje de Manrique traduciendo las voces de ultratumba. Tarea nada sencilla y, desde luego, poco agradecida. Aún así, cerraron el debate y a ella encaminaron parte de sus esfuerzos.
            Años después la realidad nos sorprende con algo bien distinto. Aquellas ansias de conocer qué hubiese dicho César para ajustarnos a su filosofía se han convertido en feroces críticas al adivinar, tras cada juicio de la Fundación, un interés económico. Si cuestionan una carretera por adecuarse poco o nada al paisaje que la rodea, es porque la Fundación teme que esa vía le quite clientes (no me pregunten por qué hay gente que llega a la conclusión de que a la FCM se va, no por lo que contiene sino  por las carreteras que van hacia ella). Si presentan recurso ante tal o cual actuación pública, es como consecuencia de alguna actuación inmobiliaria que se les habrá jeringado a Pepe Juan, Fernando y compañía.
            En aquellos mismos años en los que se clamaba por la tutela de la Fundación, coexistía una Asociación Ecologista, El Guincho, que se personaba en todos los debates habidos y por haber. No sólo en las trincheras (Pocillos, Islote del Francés, Papagayo,…) sino jalando de la sociedad (Jornadas de Educación Ambiental, Cultura y Sociedad, Animación Social, …). Suponía un aliciente comprobar que no ibas a estar solo en la lucha. O que podías integrarte en lo que otros habían comenzado. Mirabas a tu alrededor y había gente.
            Hoy, lamentablemente, El Guincho sólo habla cuando Alternativa Ciudadana tiene algo que decir. Y bien está que AC25M diga y que lo haga a voz en grito, pero mucho mejor estaría que, al tiempo, El Guincho estuviera para algo más que para defender una vivienda de pescadores o para pintar de verde las ambiciones políticas de unos pocos.
A mayor gloria de quienes han ansiado siempre que la sociedad esté amordazada, hoy asistimos a diversos intentos de asesinato de la Fundación César Manrique una vez que hemos comprobado que El Guincho ha muerto de muerte natural.  

lunes, 9 de octubre de 2006

Enrique IV de Arrecife

Enrique Pérez Parrilla. Ese es el nombre del candidato socialista al ayuntamiento de Arrecife. El cuarto de la terna que, más que  propuesta, era una chanza del Comité Local de Arrecife hacia su militancia. Pero se conoce que la Regional no estaba para bromas. Así que vuelve el hombre al que jubilaron un año antes de que acabara la anterior legislatura, cuando presidía el Cabildo por enésima vez, y cuyo relevo al frente de la Secretaría General de los socialistas de Lanzarote fue el máximo símbolo de la renovación abanderada por Manuel Fajardo Palarea. ¿Otra broma?
            Vuelve Enrique, o le vuelven, en unos momentos en los que soplan vientos favorables para el PSC. También en Arrecife. Inexplicablemente, puede. Y regresa el cuatro veces presidente del Cabildo con la misión de recuperar para el PSOE una plaza estratégica en un momento, además, de vital importancia para el futuro de la Capital, inmersa, como está,  en unos debates pésimamente gestionados por el partido socialista, por cierto.
            Es, Enrique, hombre unánimemente considerado como honesto. Entendiéndose como tal el que no se lleva un duro de la política. Un duro de más, me refiero. Más dudas despierta su acción/omisión pública. Desde el Don Enrique que trató de sentar las bases de una contención del crecimiento y del desarrollo sostenible, hasta el presidente que permitió que los higinios camparan a sus anchas por Cabildo, Inalsa y los Centros Turísticos.
            Sea como fuere, el retorno de Enrique viene con mensaje. El que lleva implícita su nominación y el que él ya se ha encargado de lanzar a modo de aviso a navegantes. Pérez Parrilla ya ha dicho que nota cierto “entreguismo” en el grupo socialista municipal y su discurso en asuntos como el Plan General o el PEPA difieren bastante del que defienden Carmelo, Nuria y Emilia, entre otros. Y no son discursos menores, como se aprecia. Habrá que ver qué ocurre a partir de ahora. Si la acción municipal socialista se somete a los criterios del candidato o continúa sin diferenciarse un ápice de los que abandera la candidata, que será, de Coalición Canaria.

            Salvo que a Enrique le ponga lo de hacer de la precampaña y campaña una especie de gymkhana urbanística, se avecinan tiempos de cambios en el grupo de gobierno capitalino. Porque a ver cómo defiende el candidato su postura con respecto al PEPA y al PGOU teniendo a “los suyos” haciendo lo contrario. Las bicefalias nunca han funcionado. Sólo provocan un doble dolor de cabeza. Y no está Fajardo para más aspirinas.

martes, 19 de septiembre de 2006

Consumatum est


El 23 de diciembre de 2004 la Audiencia Provincial de Las Palmas dictaba sentencia. El peso de la Ley caía, más bien se desparramaba, sobre Dimas Martín Martín por el popularmente conocido como Caso del Complejo Agroindustrial. El histórico líder del PIL tenía, tiene, ante sí una condena que incluye pena de prisión. Y en su partido les bullía la sangre. Fresca en la memoria de todos está la imagen de los Celso, Isabel, Lolina, Carmita, Juan Pedro y compañía luciendo aquellas vergonzosas pegatinas de “preso político”  en referencia a Dimas cuando fue sentenciado por la compra de la voluntad de un concejal. Pero hete aquí que esta vez las maripositas en el estómago de los cargos públicos que Dimas puso en todas partes no eran precisamente por ver el color de la nueva pegatina a encargar. Ni mucho menos. Esta vez la otrora guardia pretoriana de Dimas ya tenía la tumba del Jefe lista y decidida la Fiesta que iba a sustituir al funeral. El propio Martín Martín lo anunció: “Tienen reservado un salón en el Hotel Mencey de Santa Cruz de Tenerife donde Paulino Rivero, Celso (Betancort) y María Isabel (Déniz) anunciarán el pase del PIL a Coalición Canaria”. Pero les fallaron las previsiones. Dimas también gana batallas después de muerto, por lo que parece.
Y así se nos ha presentado el día de hoy: el Gran Hotel de Arrecife en lugar del Mencey chicharrero. Mario Pérez en vez de Paulino y ese invento llamado Asamblea por Lanzarote (APL) como prenda menor a la prometida. Celso, María Isabel, Juan Pedro y demás cargos públicos que fueron del PIL han sustituido la pegatina de “preso político” por la de “Coalición Canaria”.  En efecto, Asamblea por Lanzarote sólo fue el afluente del río que finalmente desemboca en el mar. No sé si se habrán gastado mucha pasta en la sede, la imagen corporativa o el merchandising. Pero mal empleadita. Con el hambre que hay en Africa.
¿Ha hecho buen negocio Coalición Canaria? ¿Le saldrán las cuentas a APL? En Mayo se verá pero, de entrada, a la cantera de Coalición Canaria no le ha de sentar muy bien que su partido fiche a unos profesionales de la política. Seguramente, puestos que debían ser ocupados por cachorros nacionalistas lo serán por mercenarios de la cosa pública, que han pasado ya por tres o cuatro partidos distintos. Y entre ellos, fichan a líderes, pero menos. En la Capital, María Isabel Déniz arrastra un desgaste importante. Igual sucede con Juan Pedro en Teguise, donde la herida a Dimas duele más que en ninguna otra parte. Y el experimento Rojas en el Cabildo habrá que ver cómo sale. Los tres galácticos que Coalición ha fichado vienen con dudas. Y el quitamanchas CC no parece tan poderoso como antaño por más que Adán y Eva (del Mar Julios) no paren ahora de venir a Lanzarote lo mismo a visitar el Hospital en obras que a echarse unos rones en la Romería de Dolores.
Mientras, en APL, encantados. Los que visten de marca saldrán en la foto. Los que compran en mercadillos baratos se conformarán con rezar para que los primeros salgan y les nombren asesores. Si los resultados electorales son buenos, sacarán pecho y se arrayarán el millo. Pero si se estallan, habrá fracasado Coalición Canaria. Y volverá a demostrarse que en política nunca uno más uno sumaron dos.

viernes, 11 de agosto de 2006

El tercer hombre

Con su permiso. Perdonen que sea pesado, pero me parece que debo serlo. Ya he compartido con quien me quiera escuchar que lo del Cabildo me parece inaceptable se mire por donde se mire. No va. Y punto. Estos días, además, hemos asistido con absoluta naturalidad (de hecho nadie ha asaltado la Casa Cabildo) a la presentación pública de un mentiroso o mentirosa. ¿Sabía Manolo Fajardo que Inés Rojas había remitido la famosa carta al presidente del Gobierno? Ella dice que sí. El dice que no. Y como las dos cosas no pueden ser, deduzco que en el Cabildo hay, mínimo, un mentiroso o una mentirosa. Tendremos que mirarles la nariz a ver quién es.
            Las diferencias de criterio entre la número uno y el número dos son claras y evidentes. Y hasta normales, dirían ellos, tratándose de dos partidos distintos. Bueno, de un partido y la otra cosa. Así que ni se inmutan cuando se transparentan sus limitaciones. La última táctica del Partido Socialista es la de dejar a la Presidenta sola a los pies de los caballos. Aprovecharon que la Autoridad Portuaria le remitió a ella la reiteración de alegaciones al BIC del Castillo de San José para cargarle el mochuelo de las declaraciones públicas. Así se entiende que últimamente sea sólo la Presidenta quien da explicaciones de lo que pasa.
            Pero, ¿Y el tercer hombre? ¿Y Mario Pérez? ¿Son, los silencios de Pérez, producto de agosto o producto de a gusto? Cada vez resulta más evidente que a Pérez le interesa una presidenta desgastada, cuanto más mejor, para ganarle el primer puesto al Cabildo cuando llegue el inevitable momento de la fusión, apareamiento o como se llame a lo de APL y CC. Lo más reciente del Vicepresidente Segundo del Cabildo ha sido echarnos la culpa a los ciudadanos cuando el agua no sale del grifo. Ya saben: según el reglamento (?) de Inalsa  es nuestra obligación tener reserva de agua para cinco días.

             Supongo que será normal que distintos partidos políticos dentro de un mismo grupo de Gobierno traten de arrimar el ascua de la gestión a su sardina electoral. Lo que ya no resulta tan entendible es que no hagan otra cosa que eso.

jueves, 3 de agosto de 2006

Cruasanes de Estado


Dice el refrán que a falta de pan, buenas son tortas. Así que con Zapatero siendo feliz en La Mareta, a los periodistas nos ha tocado desayunar con el Secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda. Flanqueado por la subdelegada del Gobierno de Canarias, Carolina Darias y el Director Insular de la Administración General del Estado, Marcial Martín y escoltado por bandejas de cruasanes, mini napolitanas de chocolate, algunos panes con y sin sésamo, embutidos varios, zumo de naranja, agua y café aguachirri. Este cronista llegó media hora tarde a la cita. Muy mal hecho. Sin embargo, sólo quedó fuera del bloc de notas una simpática alocución al “efecto Lanzarote”, según el cual quien veranea en la isla estará huérfano de los catarros invernales que pululan por la península. O sea que Zapatero se ha ahorrado tanto en clínex como en alquiler de su lugar de vacaciones.
Moraleda, que desmintió ser vigilante de la playa cuando un periodista le cuestionó sobre a qué dedica el tiempo libre ZP, sí confirmó que las aguas del Atlántico se abrieron para recibir el primer chapuzón veraniego del alto mandatario que, por lo demás, descansó lo que pudo en su primera jornada completa en la isla y sólo al caer el sol, a eso de las ocho de la tarde, se calzó las deportivas para pasear con Sonsoles, su mujer. Dijo Moraleda que Zapatero es feliz. Y más que lo será mañana, que es el día de su cumple. Le caerán 46. Insultantemente joven.

Un cocinero cabreado
Zapatero ha llegado a Lanzarote con el mínimo personal imprescindible al que obliga su seguridad y bienestar, según el protocolo de Estado que se sigue en los desplazamientos presidenciales. En el complejo de La Mareta, además de la familia Rodríguez-Espinosa, se alojan cinco miembros de su seguridad personal, un médico, un ATS y un cocinero. Uno. No quince. Y además cabreado. No con el mundo sino con quien ha divulgado maliciosamente que a ZP le acompañan 15 “tres-estrellas-michelín”. Un Moraleda socarrón dijo a los periodistas que 15 cocineros no caben en ninguna cocina. Por cierto, que el presidente francés, Jacques Chirac, no probará el gazpacho del cocinero ya que no se le espera por La Mareta. Otro rumor desmentido en el desayuno institucional. Zapatero, de hecho, no espera más visita que la ya cantada del Ministro de Justicia Juan Fernando López Aguilar, que estará en Lanzarote este domingo.

Habrá foto en Timanfaya
En la calle Génova de Madrid, a dos mil kilómetros de aquí, los ideólogos del portavoz de guardia del PP tendrán que hilar fino para encontrar el chiste, también de guardia, cuando vean la foto de José Luis Rodríguez Zapatero y familia en el Parque Nacional de Timanfaya, entre las aulagas ardiendo, los géiser asustando o la parrilla al calor del volcán. O en el echadero de camellos si acaso osa subirse al petudo animal para notar los vaivenes de las vacaciones conejeras. No se sabe el día, pero será antes del 25 de agosto ya que esa jornada el Presidente estará en la Capital al frente de su Consejo de Ministros. Dijo el guardián de los cruasanes de Estado, digo de los secretos de Estado, que la foto en la Joya de la Corona insular, es a petición de la presidenta Rojas quien así se lo transmitió en la audiencia privada de este martes.

Y dos huevos duros
Que no los hubo en el desayuno, por cierto. El Secretario de Estado de Comunicación avanzó dos cuestiones que el Presidente se ha traído entre su equipaje: mejoras en el Centro de Internamiento de Inmigrantes de Fuerteventura (del de Lanzarote nada dijo) y la adquisición de un helicóptero PUMA que reforzará el servicio de lucha contra el fuego existente en el Archipiélago. Con esto, varios bizcochos y mucho off the record, nos dimos por desayunados.

lunes, 24 de julio de 2006

El peor Cabildo de la historia


Coincidíamos un amigo y yo el otro día: la actual es, con diferencia, la peor corporación que ha tenido el Cabildo en su etapa democrática post franquismo. Del 75 para acá. Y miren que ha habido corporaciones. Y miren que ha pasado cada cual que ya nos vale. Pero nunca como este último año. La legislatura presidida por Nicolás de Páiz (1987-1991) fue la última hasta la fecha en la que terminó de Presidente la misma persona que ganó las elecciones. Y fue, con diferencia, el cuatrienio en el que se proyectaron, se ejecutaron y se terminaron más obras. Cierto es que no existía por entonces la figura de la moción de censura aplicable a los cabildos y que De Páiz acabó cogido con pinzas al sillón presidencial. Pero fue una legislatura honesta, límpia de polvo y paja populista y donde, por última vez en la Primera Corporación de la isla, se trabajó para el pueblo. Recuerdo una máxima de Don Nicolás, despreocupado de vender el producto en los entonces escasos medios de comunicación existentes en la isla: “el pueblo no es tonto”. Pues lo fuimos. Y lo seguimos siendo, según se ha visto repetidamente desde el 91 y hasta hoy.

Huérfanos de obras y ricos en polémicas. Eso es lo que, institucionalmente, hemos sido desde los inicios de la última década del siglo pasado hasta ahora. Nuestra única herencia de entonces (el PIOT) la hemos mal desarrollado (¿dónde está el suelo ganadero?), maltratado y está por ver en qué termina. De momento tres años tirados a la basura, incapaces de desclasificar las 26.000 camas. Y un año por delante para tirarlo a la basura también. A qué sino tanta discusión sobre el famoso PTE. ¿A quien obedecen en el Cabildo actual?

Es este un Grupo de Gobierno que llega tarde, o no llega, a la hora de presentar informes medioambientales. Que titubea constantemente en los mensajes que lanza a los ciudadanos. Que se ha mostrado incapaz de corregir errores del pasado (las becas se han vuelto a pagar una vez terminado el curso). Que ha dimitido en Pesca. Que no se ha presentado en Agricultura. Que lo mismo pide la Autonomía para el Puerto de Arrecife y, cuando nos damos la vuelta, la niegan en corporaciones suprainsulares. Que se ríe del Pleno, otrora sagrado, dejándolo vacío de gobernantes. Con dos partidos que se supone íntegros dando aliento y cobijo a un grupo de tránsfugas. Ellos los llaman de otra manera, pero sólo hasta que llegue la campaña electoral. Una campaña electoral que, por cierto, ya ha visitado el Cabildo, con un vicepresidente poniendo a parir al partido del otro vicepresidente y viceversa.

Un Cabildo con Gabinete de Prensa sólo al servicio del Grupo de Gobierno, con un profesional para cada partido (o sea tres), con otro en el Patronato de Turismo, (y van cuatro), con Cultura viviendo al margen (y va son cinco), más de lo mismo en Centros Turísticos (seis gabinetes de prensa ya) y también en Política Territorial. Siete aparatos de comunicación distintos formados por excelentes profesionales que trabajan lo mejor que pueden y saben en medio de tanto desbarajuste.

Una Institución que nos representa a todos que ha insultado a la Fundación César Manrique, que ataca sin rubor a la patronal alojativa, que acaba de arremeter contra Adena. Un Cabildo, en definitiva, irreconocible como auténtico Gobierno y muy lejos, lejísimos, de lo que debe ser. Con unos políticos tan desapegados de la realidad que han perdido por el camino de “por el bien del pueblo y la estabilidad de las instituciones” cualquier conexión con la vergüenza que se nos supone a todos. Verán, sino, como dentro de poco se inaugura como una gran obra y con toda la pompa y el boato del que son capaces la segunda fase de la Casa Cabildo.  Será el punto más alto al que habrán llegado ellos y el más bajo al que habrá caído la institución en esta legislatura. Yo, de ellos, no lo inauguraba. La memoria de los casi centenarios Cabildos no lo merece.

lunes, 17 de julio de 2006

El morro de Miguel


Se destapó. Le pide al PTE Melchor, Gaspar o Baltasar, un campo de golf.  Miguel Martín quiere que San Bartolomé tenga también sus verdes tapes y sus dieciocho hoyos. Faltaría más. Y lo quiere en un lugar comprendido entre la trasera de la zona industrial y la carretera que conduce a Güime. Un terreno inútil, se señala desde el grupo de gobierno del ayuntamiento. Y si ellos dicen que una cosa es inútil, créanlos. Son expertos. Sobre la cuestión hay mucho que hablar. Parece que el origen de la penúltima tontería salida de los ilustrísimos cerebros que nos gobiernan (es un decir) tiene su origen en la aviación. Me explico: cuando los grandes aviones despegan en dirección Playa Honda, deben hacerlo a mitad de carga puesto que pronto se tropiezan con el llamado Morro de Güime y , por seguridad, la reglamentación no les permite hacerlo al máximo de su capacidad.  Si ese morro desapareciera los aviones podrían ir a tope de combustible y así no tendrían que hacer escala en la península para dirigirse a países de muy lejos. Vale. Pues quitamos el muro, le hacemos un favor a la aviación y nos queda el terrenito llano para un campo de golf. Todo planeado.
            O casi todo porque, sin ser experto en la materia golfística. ¿Vendría alguien a jugar a un campo así? Yo les calculo (a los amantes del golf) un cierto gusto, llámale refinamiento o glamour. Polos de Ralph Laurent, pantalones de Hugo Boss, Rolex en la muñeca y Cartier para que el sol no dañe los ojos. ¿Y a estos los quieres meter en la trasera de una zona industrial? Virgen santísima. Tráete turismo de calidad para terminar mezclandolos entre aceites, coches abandonados y naves de Coca-Cola tirada por el piso. Con la Bandera Verde sostenible, eso sí.
            Pero hay más. Por deducción (insisto en que de Golf, ni la mínima) para meter la bolita en el agujero se requiere precisión y, por tanto, concentración. Ya veo el letrero: “Campo de Golf ‘El Morro de Miguel’: cerrado Jueves y Domingos por insistente despegar de aviones”. Porque, claro, ¿a ver quien es el guapo que se concentra con los dichosos avioncitos tocándote los hoyos cada dos por tres? ¡¡¡Grossen fastidien!!!
            Pero es lo que hay. Unos pidiéndose autódromos en lugares frágiles, otros campos de golf en zonas industriales….La apertura del debate de la llamada Oferta Complementaria de Ocio -concurso de ocurrencias, que diría Carlos Espino- tiene estas cosas. A ver quién la dice más gorda. Pueden ustedes votar. Concretamente el 27 de mayo próximo.

martes, 11 de julio de 2006

El circuito de Suso


Ya está sobre la mesa. Hacía mucho tiempo que el alcalde de Tinajo, Jesús Machín (Suso de toda la vida), tenía en mente tratar de convencer a los dirigentes insulares para que se construyera un circuito permanente de automovilismo en la isla. Al estilo del de Telde, en Gran Canaria, donde durante varios años se ha realizado la llamada Carrera de Campeones. Pero tenía miedo a la reacción de la ciudadanía. Suso, por el contrario, está seguro de contar con el favor de los aficionados a los rallys que en Lanzarote, efectivamente, son multitud. En realidad ahora dudo si son aficionados al deporte o a cogerse unas trancas del quince mientras ven coches guapos. Pero bueno, a lo que iba: Machín le teme a la reacción ciudadana y a los ecologistas. Y por ello este asunto ha estado más o menos tapado durante largo tiempo. Por ampliar: en algún cajón ilustre del Cabildo hay un proyecto o anteproyecto de la tal cosa.
            Los detalles: resulta que Suso Machín, que además de Alcalde como todo el mundo sabe es piloto de rallys, quiere que sea en su municipio donde se construya el circuito. Nos trata de convencer, no sólo con los aficionados –quiere reunir 20.000 firmas, y las reunirá- sino con el cuento este que de último nos trata de vender el Cabildo y que se llama Oferta de Ocio Complementario (cuyas principales actuaciones que sugieren los alcaldes, dicho sea de paso, son ajenas al PTE, pero bueno….). Yo veo más lo primero que lo segundo. Imagino más conejeros brincando en las gradas del hipotético circuito que a la Hapag Lloyd fletando vuelos de finlandeses que quieren visitar la isla atraídos por el autódromo. Y una cuestión no menor. Suso Machín no sólo quiere que el circuito sea en Tinajo sino que propone que lo hagan en unos terrenillos que se ha comprado en la falda del volcán Timbayba. Que lo fía y que el Cabildo se lo pague en quince años o por ahí. Feo, feo.
            Yo, qué quieren que les diga, no veo mal un circuito permanente en la isla. En efecto, los rallys mueven legión de fanáticos (tan apasionados en los tramos como muchos de ellos peligrosos en los desplazamientos de antes y de después del rally, pero esa es otra historia). No sólo podría albergar acontecimientos automovilísticos de variada índole, sino actuar como recinto para escuelas de conducción –no confundir con autoescuelas-, desahogo de los quadstreros que hoy día campan a sus anchas por esos caminos de Dios (y en los que el Seprona no debe tener permiso para entrar, por lo visto), e incluso como banco de pruebas de accesorios, ruedas, motores, y demás.
            Sin embargo no acabo de ver el lugar donde se propone y, fundamentalmente, el modo de desarrollar la idea. Que un alcalde se compre una parcelita en plan rústico y tal y que el Gobierno le haga allí un circuito permanente con todo lo que lleva aparejado es como para añadir otro miedo: Suso Machín ya no debería temer sólo a la reacción de los ciudadanos o a las organizaciones ecologistas, es que también le debería tener pánico a lo que dijera la  Fiscalía Anticorrupción. Mejor, si lo hacemos, que lo hagamos en otro sitio y con otras formas.

jueves, 29 de junio de 2006

Así los vemos


Coincidiendo con el primer aniversario del actual pacto de Gobierno en el Cabildo de Lanzarote, hemos pensado en que buena cosa sería hacer balance individual y añadirlo al genérico que siempre se estila. Y, ya puestos, que esta misma cosa debería convertirse en costumbre al término de cada “curso político”. Sobre junio y diciembre más o menos. Pero es más, aprovechando el nuevo periodismo que se nos ofrece, les invitamos a que ustedes puntúen, de 0 a 10, de Muy deficiente a Sobresaliente o de Necesita Mejorar a Progresa Adecuadamente (según la generación a la que pertenezca cada cual) a los actores de la cosa pública. A ver si así, sintiéndose regularmente examinados, se esfuerzan en aprobar.


Inés Rojas. Talante. Con grandes dosis de diálogo y paciencia infinita. Llegó a la presidencia sin siquiera imaginárselo. Y se ha notado. Incansable, le pone toda la voluntad del mundo y eso le ayuda pero se precipita a la hora de hablar y crea confusión. No ha encontrado apoyos entre sus socios de Gobierno. Seguramente con más colaboración hubiese ofrecido mejores resultados. Quizá le falte creerse líder. A ver si en el 2007

Manuel Fajardo. Renqueante. Prometía más de lo que ha dado quizá porque la salud no le ha acompañado. Creó la Mesa Insular de la Sanidad y se ha preocupado de los problemas médicos que afectan a diversos colectivos (oncohematológicos, parálisis cerebral…). No ha olvidado que el PSC no es igual a CC ni a ApL (y al revés) y eso ha provocado continuos roces con sus socios.

Mario Pérez. Gentleman. Que dirían los ingleses. Ni una miga en el bigote, ni un pelo en el traje. Tal quiere aparecer Mario Pérez ante la opinión pública, pero eso en política es prácticamente imposible. Tanto buen discurso tiene el hándicap  (o la ventaja) de multiplicar por mucho sus salidas de tono, como cuando la convención de Playa Blanca. Centrado en Inalsa y con problemas por los baños de los Dolores, Mario Pérez vive obsesionado con ofrecer buenos resultados económicos en la empresa pública del agua y con la presión de revalidarse como líder en su partido.

Sergio Machín. Obrero. A hacer (o arreglar) carreteras y punto. Para eso lo han llamado y a eso se dedica. Y como buen capataz de obra “se hace esto y punto”. De último, sin embargo, ha entrado en la senda del “pues venga, vamos a hablar”, sobretodo a raiz de la monumental polémica con la FCM a cuenta de la carretera de La Geria. Harto de yacimientos arqueológicos y también con problemas por los baños de Los Dolores, Machín peca de informar poco acerca de su gestión. Porque una cosa es vender el producto y otra provocar atascos.

Luis Arráez. Fidelidad. Es el hombre de la Presidenta. Su más fiel colaborador y quien más cerca de ella ha estado para sacar la nave del Cabildo adelante. Arráez es quizá quien más ha agradecido la “liberación” del PIL. Ofrece buenas cosas: transparencia económica, partidas específicas para La Graciosa, participación Ciudadana. Tiene prisa por demostrar a la Opinión Pública que otra forma de hacer política es posible. Pero eso ya no está sólo en su mano: recuperar la credibilidad en la clase política nos llevará tiempo.

Marcos Páez. Psé. Forma parte del grupo de gobierno y levanta la mano cuando va a los plenos. Su área no da para mucho. Descolocado esta legislatura por la crisis del que fue (¿o sigue siendo?) su partido –el PIL- Páez ha perdido la ocasión de montarse en el tren del convenio Europa-Marruecos. Batalla fácilmente ganada por la diputada nacional Olivia Estévez que ha sido quien ha rentabilizado el tema. A Marcos Páez le queda seguir con la política de pequeñas subvenciones para los pequeños arreglos de los pescadores y las cofradías.

Higinio Hernández. Tocado. No se ha recuperado de la chapuza del vino-vinagre. Ni siquiera entonces le dejaron dar explicaciones. Hernández, buen encajador, se ha limitado a lo suyo: ahora presento tractores, ahora la campaña del ajillo. Un par de viajes a las Ferias de rigor y cumplido el trámite. Ha sido una legislatura demasiado larga para Higinio y habrá que ver si no le deja secuelas de cara al futuro (en forma de descabalgamiento de listas).

Juan Pedro Hernández. Complejo. Y no va con doble sentido. Juan Pedro coordina áreas sumamente técnicas (Transporte y Seguridad). Son de esas en las que si no hay ningún político al frente no pasa nada. Es más: casi mejor que no lo haya. No ha trascendido que dotara de mayores medios al Cuerpo de bomberos (tampoco que estos lo reclamaran) ni que el transporte interurbano ya funcione a las mil maravillas. Eso sí: terminó con las malas comunicaciones Arrecife-Playa Honda.

Carlos Espino. Protagonista. Le gusta tanto trabajar como que se sepa que trabaja. Con el látigo en una mano y un bolígrafo en la otra, igual azota que firma convenios. Espino (Carlos) tardó poquísimo en hacerle ver a la Presidenta que él iba por libre. Cosa cuestionable. Le echa horas al asunto y coordina un buen equipo –quizá el mejor de la administración-.Pero tiene un problema, y es que no le creen. Ni algunos en su propio partido

Miguel González. Voluntarioso. Savia nueva en tronco viejo. No había llegado a su despacho cuando ya sabía que todos sus esfuerzos debían encaminarse a que las Fiestas de Los Dolores salieran bien. Medio departamento y la mitad de la cuenta corriente dedicado a eso. Fuera de ahí, González ha logrado que el viejo Almacén sueñe con un traje nuevo y ha seguido cazando al vuelo puntuales eventos que se ofrecían en Las palmas y Tenerife. Creó la Mesa de la Educación y la Cultura y ha sido igual de ambiguo que sus antecesores en la única cita puntual que teníamos en el circuito de músicas alternativas: el Festival de Música Visual.

Francisca Toledo. Superada. Debutó reconociendo en rueda de prensa que no tenía ni idea de Deporte. Lo cual no es poca cosa teniendo en cuenta que asumió la responsabilidad de dirigir las políticas deportivas. También las de Juventud. Sin innovar, ha cumplido yendo “al golpito”, hasta que la lió con lo de los campamentos de verano. Es buena gente. Tanto que ni siquiera señaló con el dedo a quien de verdad le había metido en el embolado de suspender los dichosos campamentos. Tuvo que dar marcha atrás.




Miguel Angel Leal. Ruidoso. Hizo ruido con la Fundación de Promoción, que finalmente se ha quedado en Sociedad, a gritos contra Asolán por un 0’6% de turistas de más o menos que nos visitan en Mayo, se faja contra cualquier partido en las interminables broncas mediáticas de los amaneceres….Lleva también la gestión de Residuos. Gestión muy contestada por la oposición, por cierto, y de la que esperamos resultados mucho más eficaces que los hasta ahora demostrados.

Lourdes Bernal. Despierta. De lo mejorcito de este Gobierno. Con ganas, personalidad e ideas. Sus responsabilidades abarcan desde las rebajas de verano hasta la gestión de las energías renovables, en las que está volcada. Es, además, accesible. Lo último: intentar que la abandonada instalación fotovoltaica de Pedro Barba sirva para el autoabastecimiento energético del colegio Ignacio Aldecoa, en La Graciosa.

Angeles García. Comunicativa. Igual que Bernal, Angeles García es otra de las esperanzas de la política insular. Compagina la tarea pública con la orgánica, misión de la que nunca ha rehuido. En el Cabildo, Turismo Interior y Nuevas Tecnologías, que incluye el Centro de Datos que de manera eficaz evacúa constantes estudios y sondeos que han de servir para mejorar las políticas.

Pedro Sanginés. Directo. Con un par. Pasando de si sus políticas perjudican o no la imagen de su partido. Tiene claro lo que hay que hacer y muere con ello. Le cuesta conceder, eso sí. Ve la gestión política como algo nada distinto a la de la empresa privada. La linea recta es el camino más corto entre dos puntos. Lo más político de su comportamiento está en que la opinión pública lo comprenda. Estaría dando explicaciones continuamente.

Juan Santana. Irrelevante. Asuntos Europeos y Personal son sus áreas. Regalamos apartamentos si son capaces de recordar, en treinta segundos, alguna gestión de Santana en los últimos meses. Todavía sin solucionar el conflicto con los trabajadores del Conservatorio de Música su última etapa política –otro llamado a la reserva-  está resultando absolutamente intrascendente.

José María Espino. Silencioso. Espino (José María) ha dejado atrás el ropaje político para vestirse el de gestor. Como tal anda dando salida al Plan Prometeo y a los centros de acogida de inmigrantes. El fenómeno cayuco le ha liberado de los agobios de las pateras y, de paso, ha mejorado sus relaciones con el Gobierno de Canarias. A esto último ha contribuido que el PP ya no maneja Asuntos Sociales.

viernes, 9 de junio de 2006

Despropósitos


Hemos asistido esta semana a una serie de despropósitos encadenados por la consejera de Juventud y Deportes del Cabildo de Lanzarote. Francisca Toledo, del Partido socialista. Le dijo primero al periodista que no habría campamentos de verano en La Santa porque el material lo rompió el Delta y ya no hay tiempo de sacar a concurso otro nuevo y que había problemas con el dueño de los terrenos. Ante la inconsistencia de estos argumentos y el aluvión, lógico, de críticas que le llovieron, la consejera aumenta el catálogo de excusas para mantenerse en sus trece: el lago de La Santa es insalubre, cada vez se apuntan menos niños y los ayuntamientos también hacen actividades. Más críticas. Le visita horas después otro periodista y, por fin, admite que habrá campamentos. Todavía no sabe dónde y los limita a sólo un mes.
Vamos a añadirle a todo esto que, primero, le echa el muerto a la presidenta del Cabildo, Inés Rojas, que en su etapa al frente de estos mismos departamentos a principio de legislatura, nos inundó de declaraciones y trató de contagiarnos su aparentemente cándida sonrisa diciendo que el Albergue de La Santa se ha recuperado, que está terminado e incluso se llegó a inaugurar y todo. Toledo desvela ahora que no está adaptado para minusválidos….¡y que no tiene todavía el permiso para la instalación del gas! Con lo cual no funciona la cocina. Perfecto. Pero hay más: la culpa de que no se hayan comprado las casetas para la acampada es de su compañero de partido Miguel González ya que esa competencia es de Cultura. Supongo que en el PSOE ya le habrán dicho algo, claro. El caso es que hay que buscar algún lugar para acampar, que tenga playita para las actividades acuáticas y un catering que sirva a los chinijos, como también ella ha manifestado. Qué pena que el Vinagre Balsámico de Malvasía con Denominación de Origen todavía no esté listo porque así podríamos contribuir a rebajar el precio de las ensaladas del catering.
Dejando al margen este lamentable episodio y hablando en términos generales. Porque ya no aguanto más. ¿Los partidos no podrían fijarse un poco más cuando elaboran las listas? Con mis respetos porque todo el mundo tiene derecho a participar en la cosa pública. ¿Qué prima más? ¿La preparación?¿La cultura del individuo/a?¿El número de gente que conoce y que vota por él/ella? ¿Las cuotas territoriales de las “familias” en los partidos?
¿Una lista electoral qué es? ¿Una reunión de colegas de instituto al “vamos a jugar a la política”?  o ¿Aspirantes a gobernar una isla y, por tanto, gente capaz? Hagan el favor de no volver a tomarnos el pelo nunca más. En 2007 hay elecciones. Tienen una magnífica oportunidad para tomarse en serio todo esto. Se valora la buena voluntad. Pero me temo que no basta con eso.

viernes, 2 de junio de 2006

Dimas, no voy a acompañarte


Lo siento, Dimas. Si ingresas de nuevo en Tahíche no cuentes conmigo para acompañarte hasta el umbral enrejado. No te pillará de sorpresa porque sabes que otras veces tampoco he ido. Ni siquiera a cubrir la noticia. Para mí guardo si lo siento o no, si lo comparto o no, si lo entiendo o no. Y tú me conoces. Sé que no me echarás de menos porque, entre otras cosas, volverás a arrastrar a centenares de fieles que te arroparán en el duro trance. Y sé también que dejarás lejos el recuerdo de la última ocasión. Así que ni notarás que esta vez no estarán ni María Isabel, ni Celso, ni Inés, ni Juan Pedro ni tantos otros que han acabado sacándote los ojos. ¿Tanto daño les hiciste?
            Qué miseria la política. Muchos creímos que todo aquello era amistad que perdura por encima de los intereses políticos. Que gente que tú te inventaste y elevaste a los altares de la poltrona te habían cogido cariño. Que las lágrimas eran reales. Que las gafas de sol ocultaban verdadero pesar. Que el ridículo aquel de todos ellos con las pegatinas de “preso político” era un ridículo consciente. Pero no. Todo era mentira. Sin poder no eres nadie, tío. Al menos para muchos de tus particulares frankensteins.
             Vuelves a estar en el abismo que ya conoces. Esta vez te denunció un socialista, ¿recuerdas? A pesar de ello le diste alas hasta asegurarle un retiro dorado en el mismo lugar donde fue alcalde con Franco. A cambio metiste a los tuyos que ahí siguen. Sólo que ahora preferirán “Cine de Barrio” a las puertas de Tahíche cuando llegue un nuevo sábado por la tarde.
            No sé si así es la vida. Pero así es la política en esta isla. Tú no eres ajeno en la doctrina de los hoy apóstoles. Debiste adivinarlo, pero quizá has estado demasiado ocupado en tu sempiterna huida hacia adelante. El carrusel no se para y ahora afrontas un nuevo atardecer. Pero el sol volverá a salir, seguro, algún día. Esta vez vete preparado y procúrate unas buenas gafas de sol. Puedes elegir entre las que dejaron tiradas aquellos que te acompañaron el penúltimo sábado por la tarde de tu historia.

lunes, 22 de mayo de 2006

Tú la llevas


Los ví el otro día jugando en la plaza Común del Pueblo. Niños y niñas de distintos colegios abandonados a la suerte de jugar a algo que adiviné se trataba del “tú la llevas” o algo parecido. Uno corría tras de otro y éste huía para que no le alcanzara a tocar con la mano y traspasarle la responsabilidad de comenzar a perseguir a los demás. En el mundo de los mayores eso podríamos bautizarlo como “quitarse el muerto de encima”. Pero eran niños. El más lunático era el que llamaban Carlitos, al que todos acosaban para “pasársela”. El muy despistado, a veces, se quedaba quieto y todo para que se la endilgaran. Parecía gustarle, en ocasiones. Sentirse el centro de atracción del “tú la llevas”. Inesita se mosqueaba muchísimo con el colega. No parecían llevarse demasiado bien. En realidad nunca hicieron buenas migas. Decía la niña que Carlitos era muy suyo y no le contaba nada. Chiquitos mosqueos se cogía la pibilla cuando Carlitos la tocaba apenas rozándola y le decía lo del tú la llevas.
            Otros que corrían para que no les alcanzara el manotazo eran Marito y Manolito. Uno porque cada vez que la llevaba él, se liaba de tal manera que en lugar de perseguir a otro se dedicaba a dar vueltas sobre sí mismo y tardaba tres horas en continuar con el juego y el otro porque le parecía mentira que alguien le hubiese tocado. ¿A mí? ¿Por qué? Se preguntaba una y otra vez. Y los demás se aburrían. Así que siempre la llevaba Carlitos y, dale que dale, a por Inesita para pasársela.
            A veces, cuando se aburrían de jugar a esto, comenzaban con “el escondite”. Otro juego de la niñez. Y ahí, el acabóse. Yo creo que es que no sabían jugar porque de repente Carlitos se escondía y al que le tocaba buscar venga dar vueltas y vueltas y no había manera. No aparecía el niño. Una vez estuvieron a punto de llamar a la policía y todo. El que tenía una gran habilidad para encontrarlo era Manolito. Y la que menos, Inesita. Marito, por su parte, es que ya ni le buscaba. Cuando todos se escondían y le tocaba a Carlitos salir en pos de sus amiguitos, el desinquieto pibillo se tomaba un tiempito y se iba al kiosco de las pipas a alegar con el kioskero y a contar las aventuras y desventuras de su colegio y de lo que pasaba en la plaza Común de Pueblo. Cuando eso sucedía, los demás niños se enfadaban mucho con él. Pero mucho, mucho. Tanto que más de una vez le habían avisado de que no volverían a jugar con él. Y puede que algún día lo cumplan y todo.

lunes, 15 de mayo de 2006

Que hablen los alcaldes


¿No sienten curiosidad? ¿No les gustaría saber qué proponen y dónde lo proponen? ¿No les parece interesante escuchar de nuestros administradores más cercanos qué quieren hacer con nuestro territorio? Yo me muero de ganas. Que hablen los alcaldes. Es su turno. Que nos digan qué Oferta Complementaria de Ocio quieren para el municipio. Impaciente estoy. Escucharles no ha de ser malo. Hacerles caso ya sería otra cosa si sus propuestas fueren disparatadas (alguna lo será, ya verán). Lo que el Consejero de Política Territorial del Cabildo, Carlos Espino, llamó “concurso de ocurrencias” debería comenzar ya mismo. Y además debería ser público.  En plan atril frente a un auditorio libre y relato pormenorizado de lo que cada cual se pide. Personalmente creo que eso es ahora lo importante una vez garantizada la desclasificación de camas. Que desembuchen.
            Llevamos varias semanas dándoles vueltas a lo del Plan Territorial Especial, hablando de la Oferta Complementaria de Ocio en términos abstractos. Como si fuera fluido y no materia. Pero el caso es que la Oferta en cuestión tiene chicha. Vaya si tiene. Y queremos verla. Yo al menos sí quiero. No les duelan prendas a la hora de poner las cartas boca arriba. Sean éstos naipes propios, bien prestados por los grupos de presión que dijo tener Mario Pérez cuando estuvo al frente de la política del territorio en esta misma charlotesca legislatura.
            Qué hacer en los lugares donde se van a desclasificar camas (y que no haya camas ya, claro) pero sobretodo qué se sugiere en esos sitios tan aburridos donde sólo hay aulagas, lapilli y algún que otro resto arqueológico de esos que pone de los nervios a Sergio Machín, el consejero de Obras Públicas.  Porque inocente ha de ser aquél que crea que la maquinaria come-territorio se ha vendido a Cabo Verde. Sigue aquí, agazapada en eso que llaman Oferta de Ocio Complementaria. Si la sacudimos asomará.
            Que hablen los alcaldes. Todos. Uno a uno. Yo quiero esto, esto y esto otro. Y lo quiero aquí, allá y acullá. Cuando se hayan desahogado, será el turno del Cabildo. Ante el vicio de pedir, dicen, está la virtud de no dar. Messieurs (et madame): vous parlez. Grítelo fuerte, cristiano. Que el clamor de lo que pida llegue a mayo de 2007. Entonces hablará el pueblo.

lunes, 8 de mayo de 2006

O pá yo via hacé un corrá (y nosotros con el PIOT)


No debo ser el único. Cuento con que ustedes hayan escuchado a un tal Koala berrear una, llamemos, canción que lleva por título O pá yo via hacé un corrá. Así tal cual. Tranquilos si no la han escuchado. Ya lo harán pues amenaza con convertirse en la canción del verano. En síntesis, el paisano se muestra más que ilusionado con la idea de hacer un corral, y se lo cuenta a su padre. Describe que cogerá un par de tablones, la chapa de los bidones, que tiene las maneras e intenciones y  que p’alante. Y digo yo que suerte tiene de vivir en Extremadura. De haber vivido aquí la canción pasaría a llamarse O pá no me dejan hase un corrá. Porque salvo que seas autoridad o primo hermano de la autoridad, ni se te ocurra tocar una piedra en el campo porque te caen arriba el Seprona, Medio Ambiente, la Brigada Ecológica, el Equipo A y las cheerleaders de los Grizzlies de Memphis. Y no vale decir que “es que el concejal me ha dicho-que-vaya-haciendo-que-ya-me-darán-licencia”.
            Pero estamos trabajando en ello. Hace la tira de años que estamos trabajando en ello. Trabajamos tanto en ello que se nos olvida que las tareas no sólo hay que empezarlas sino, y sobretodo, terminarlas. Data del año 2003 la Aprobación Inicial de la Revisión del Plan Insular de Ordenación (PIO), y de muchísimo antes el problema y su discusión, y todavía tenemos las cabras en el corral al lado de la Farmacia del pueblo. Prometieron ofrecer un tratamiento específico, adecuado y más flexible a toda una serie de obras menores como aljibes o vallados y además  modular la edificación en almacenes y establos en función de la dimensión de la parcela y la revisión de sus condiciones de localización en ciertas categorías de suelo rústico, entre otras cosas. Pero la realidad es que la gente del campo sigue esperando y con las manos atadas.
            Siempre hay algo que acaba por desplazar este debate a un segundo o tercer plano. La pobre gente del campo a la que tanto queremos, a la que tanto admiramos, a la que tanto debemos y de la que tanto nos acordamos mes y medio antes de las elecciones, sigue mirando con cara de estupor a los grandes teóricos del territorio. Unos proponiendo aquaparks donde antes hubo papas, otros pantalanes donde las viejas se encontraban con el cebo y los de más allá circuitos de Fórmula 1 sobre jable. Batatódromo, lo podrían llamar, sugiero.
            En definitiva, que quizá el tal Koala del que les hablé al principio nos ha dado la pista. Ya que aquí no nos dejan hasé un corrá, mejor nos ponemos a cantar y reconvertimos las cebollas en cd’s, las papas en emepetrés y la Geria en el Festival de Benidorm. Y sino, ¿no dicen que quien canta su mal espanta?, pues igual espantamos a cuatro o cinco de esos teóricos y en las próximas elecciones tenemos más suerte.

martes, 2 de mayo de 2006

Me lo veo venir


Llevamos la tira de tiempo oyendo hablar del Plan Territorial Especial (PTE). Y ni flores. El común de nosotros, digo. Sabemos que es un documento que permitirá desclasificar 25.000 camas y que marcará los ritmos de crecimiento turístico y residencial. Pero, ¿Debe contener la llamada Oferta de Ocio complementario? Ahí no soy yo sólo el que no se entera, es que tampoco se enteran quienes tienen la responsabilidad de gobernarnos. Y eso ya es más grave. Muy grave. El Consejero de Política Territorial del Cabildo, Carlos Espino, es tajante diciendo que la oferta de Ocio no cabe en ese documento por dos razones: una técnica, ya que el PTE es de capacidad reducida y urgente y, digamos, va al grano. La otra razón es política: en el documento del actual pacto de Gobierno del Cabildo (PSOE-CC y lo que hoy es APL) se diferenciaban las dos cosas. Pero desde el seno del grupo de gobierno se afirma lo contrario, que ni límites jurídicos ni acuerdos tripartitos. ¿Entonces? Entonces alguien nos está engañando –para variar-.
            Como observador de lo que pasa, me surgen dudas. La primera y más importante, ¿Me van a hablar claro ya o no? A partir de ahí, otras muchas: ¿Van a tardar mucho tiempo en decidir si la Oferta de Ocio Complementario se incluye en el PTE o va por libre? Si deciden que va dentro del Plan Territorial Especial, ¿retrasará mucho tiempo el documento hasta el riesgo de que lleguemos tarde a la desclasificación de camas? Si no es así, ¿cuándo comienza lo que el propio Espino ha calificado de “concurso de ocurrencias” entre los alcaldes? Por cierto, ¿vuelven a mandar los alcaldes en asuntos de Política Territorial o sigue mandando el Cabildo? Y una última cuestión: ¿Por qué a estas alturas estamos con estos debates?
            Me parece a mí que Lanzarote ya tendría que tener claro hacia dónde quiere ir y con qué equipaje. Sin embargo estamos todavía abriendo foros sobre si tal o cual. Por no saber, no sabemos ni cuántos campos de golf queremos. Y mira que ha dado la vara esa discusión. Pues ni así. La gran noticia sobre el Plan Territorial Especial de esta semana ha sido que la presidenta ha decidido que será ella (y los dos vicepresidentes) quienes lo coordinen a partir de ahora. Uno de cada partido. Así se consigue que se eliminen las dudas sobre la crisis de gobierno que este asunto ha originado y….Y más nada. Porque no hemos avanzado ni un centímetro. Apuesto a que ahora empezaremos a reunirnos de diez en diez (estos tres y los siete alcaldes) para analizar el PTE, la Oferta de Ocio y, fundamentalmente, la fecha de inauguración de la segunda fase Cabildo, que dicho sea de paso es una penita que no se haya incluido en el Plan para desclasificarlo también. Mientras tanto se nos pasará el arroz. Me lo veo venir.

viernes, 21 de abril de 2006

Los Días C y los días Q


Los Días C, “C” de Cultura, son una iniciativa del Gobierno de Canarias que consiste en acercar algún acontecimiento cultural a los habitantes del Archipiélago vivan estos donde vivan. Lo ideó la Viceconsejería de Cultura que tutela Dulce Xerach. Lo detallo: Cultura del Gobierno decide que un concierto del grupo de moda es de interés. Pues propone un día, o varios, como “día C”. Quien quiera asistir, y que viva en una isla distinta a la que acoge el acontecimiento, tendrá ese día descuento aéreo o marítimo –si encuentra plazas de entre las propuestas por las compañías- y descuento también en los Hoteles Escuela de Gran Canaria y Tenerife, en ambos casos del 50%. Sobra decir que la dirección siempre será isla pequeña-isla capitalina. Nunca al revés ya que está por celebrarse el evento cultural en Lanzarote que antes no haya pasado por Gran Canaria o Tenerife.
            Los días Q, “Q” de Quimioterapia, son una realidad para muchos canarios que consiste en trasladarse a una isla capitalina a someterse a esas dolorosas sesiones para tratar de controlar al innombrable. Lo detallo: levántate temprano, toma el primer vuelo, ve al hospital, métete horas y droga por las venas, incorpórate absolutamente destrozado y decaído, vuelve al aeropuerto, espera por el retraso, coge el vuelo y a casa.
            Los Días C los decide el Gobierno. Los días Q el médico. Los Días C son voluntarios. Los días Q obligatorios. Para los Días C tardaron media hora en designar presupuesto, conseguir descuentos, poner los Hoteles Escuela de la Consejería de Turismo a disposición de la iniciativa y cinco minutos en convocar una rueda de prensa Dulce Xerach y Pilar Parejo, para contarnos la enhorabuena. Para los días Q llevamos  cuatro meses esperando que, tras muchos años de reclamación, el Gobierno se decida a hacer lo que el Parlamento le ordenó: dar algo más, mucho más, que las ridículas dos mil pesetas por día para el traslado, alojamiento y dietas.
            Ir a Gran Canaria en un Día C a ver una Opera que aquí nunca veremos me va a costar 50 euros del pasaje, otros 50 del alojamiento y 30 de la entrada. Gracias a que el Gobierno de Canarias me habrá descontado otros 50 del viaje y 50 del hotel. Total 100 euros que me dan para que vaya a enriquecerme culturalmente.12 para que me vaya a curar. No lo entiendo.
            Seguramente los Días C quedan muy bonitos en la foto. Pero seguramente también sea más el ruido que las nueces y poca gente quiera gastarse 20.000 pesetas para ir a Gran Canaria o Tenerife a un evento cultural. Más efectista que efectivo, en resumen. Sin embargo, los días Q seguirán existiendo mientras Lanzarote no cuente con infraestructura hospitalaria y especialistas suficientes. De ahí que urge al Gobierno cumplir con su deber y habilitar cuanto antes las ayudas económicas y de otra índole para que los días Q sean, que lo son, más importantes que los Días C.

martes, 18 de abril de 2006

La comunión


Folleto editado por el Area de Educación y Cultura del Cabildo donde se publicitan los acontecimientos culturales del mes de Abril. ¡Hombre!, voy a mirar a ver qué tal. Bien, bien. Bastante bien. 42 páginas, tamaño funda de CD, fotografías, ficha técnica, sinopsis de cada evento a celebrar y, por supuesto, día, lugar y hora. Completito, en definitiva. Pero un pelín mentirosillo. Sin culpa alguna, aclaro. Veamos, resulta que en las páginas 14 y 15 se puede leer:

Teatro: La casa de Bernarda Alba.
Centro Sociocultural de Valterra (Arrecife)
Teatro Estudio Arrecife (TEA)
Organiza: Área de Educación y Cultura del Cabildo de Lanzarote
Colabora: Ayuntamiento de Arrecife
Día: Sábado 29 de abril a las 20:00 h.
Entrada gratuita (Aforo limitado)

Pues va a ser que no. La Compañía (TEA) nos informa que en Arrecife se ha suspendido la función porque ese día y a esa hora, en ese lugar, hay una Comunión. Ave María, madre de Dios. Ya están otra vez estos pecadores. Si la descordinación fuere pecado, por supuesto y descontado. Menos mal que colabora el ayuntamiento de Arrecife. Creo que estamos ante otra demostración de que el Cliper de fresa da más votos que una representación de la obra cumbre de García Lorca (es quien escribió La Casa de Bernarda Alba, aclaro por si me lee algún concejal de Cultura). Porque sólo caben dos posibilidades. O que el Cabildo y el ayuntamiento de Arrecife no se conocen de nada. O que en Arrecife les dijeron que sí a los de la Cultura insular y que también a los de la Sagrada Ostia. Y ante la duda, ya se sabe. Al carajo el Teatro y que vivan los padrinos. Fue la segunda opción, no lo duden.
Claro, ante semejante problemón el ayuntamiento de Arrecife no reacciona sugiriendo, proponiendo una alternativa al lugar inicialmente previsto e, insisto, ya anunciado. Se suspende y punto. El Departamento de Cultura del Cabildo dice que sí, que La casa de Bernarda Alba se pondrá en escena en la Capital, por encima de comuniones, bautizos e incompetentes. Aguardemos. Porque dice muy poco, poquísimo, de una ciudad del siglo XXI que se tenga que suspender una obra Teatral porque resulta que hay una comunión. ¿No le parece, alcaldesa?

jueves, 6 de abril de 2006

La Escuela de Hostelería


No es la primera vez que escribo sobre la Escuela de Hostelería de Lanzarote. Seguramente no será la última. Aunque me gustaría lo contrario. Es, esta cuestión, una de las que me fuerza a contenerme para no desatar mi furia contra la panda de incompetentes que nos ha gobernado, nos gobierna y mucho me temo que nos seguirá gobernando. Así, en general.  Y es que sólo desde la incompetencia se puede medio entender que año tras año tengamos que asistir a las justas protestas de profesores y personal administrativo del Centro con meses de sueldo pendientes. El 18 de abril irán a la huelga tras que este último viernes caminaran en dirección al Cabildo acompañados de los cada vez menos alumnos que se matriculan, desmotivados, desencantados y desconfiados de hacerlo en una Escuela en la que no saben si es querida o no, si es útil o no, si es Escuela o no.

Vale que nadie le mandó a Dimas que la hiciera. Vale también que al ex alcalde de la Villa le interesaran más los votos que le iba a reportar su construcción que los pibes que en ella se iban a formar. Vale todo lo que ustedes quieran. Pero la cuestión no es esa –hace mucho tiempo que dejó de ser esa-. Hagámonos la pregunta ¿es necesaria la Escuela de Hostelería? Claramente sí. Sólo hay que asomarse a la calidad del servicio en la inmensa mayoría de bares y restaurantes para darnos cuenta de que estamos muy lejos de los estándares de calidad que tanto pregonan los mismos que nada hacen por procurarlos.

Me he entretenido buscando en Internet y me he tropezado con Escuelas de Hostelería en Marbella, Cádiz, Baeza, Gijón, Huesca, Toledo, Leioa…..Estas han salido sólo en la primera página del buscador. Ahí he parado. Pinchando sobre la de Huesca, sale una página web bien hecha con profusión de fotografías del Centro y varios detalles más. Picando sobre la de Leioa, me detengo en el apartado de las recetas que han ideado y elaborado los alumnos que hoy son ya cocineros. Alguno muy destacado, por cierto. No sigo buscando para que la rabia no me termine por consumir. ¿Y la nuestra, Dios? Pienso entonces que si Tahíche fuera un pueblo de Tenerife, en lugar de serlo del Lanzarote de los políticos débiles y serviles, la Escuela de Hostelería jamás hubiese estado resfriada, mucho menos con neumonía.

Pero no. Mal sobrevive abandonada del interés público allá bajo la falda de la Montaña de Tahíche. Viendo pasar el tiempo y las mentiras. Y comprobando como, poco a poco, los mismos que dicen amarla le van preparando la mortaja y la sepultura. El último invento que será, de nuevo, la salvación de la Escuela de Hostelería de Lanzarote se llama “Plan de Formación”, según dijo el otro día la Presidenta del Cabildo –ingenua la llamó un día Manu Riveiro-. El penúltimo invento fue bautizado como “Patronato de la Fundación de la Escuela y tal y tal…”. No sigo.

viernes, 31 de marzo de 2006

La bandera de Soria


No sé si se han enterado. Se lo cuento. El pleno del Cabildo de Gran Canaria, gobernado por el PP con mayoría absoluta, decidió este jueves aprobar la compra de una bandera de 21x14 metros. Efectivamente: 294 metros cuadrados de bandera. Casi diez veces más que un piso-solución-habitacional de la Ministra de Vivienda. La bandera es de Gran Canaria. Mitad amarilla, mitad azul y con el escudo institucional en medio. Irá colocada en lo alto de un mástil de 50 metros en la Fuente Luminosa de Las Palmas de Gran Canaria. Está hecha para que la vean en Santa Cruz de Tenerife, creo.
            La idea de semejante demostración de ultracanarioneidad no es de ningún gofiobatasunero miembro de algún minúsculo partido insula-independentista. Que parecería lo propio. Es de José Manuel Soria. Sí, el presidente del PP de Canarias, presidente del Cabildo de Gran Canaria, amigo de Larry y clavadito a Aznar pero en alto. De ese mismo es. Si acaso se han perdido: no es una bandera española, es de Gran Canaria, repito. El caso es que el momento bandera de Soria le va a costar a los grancanarios unos 360.000 euros. Por si se creen que me he confundido lo pongo en rubias: 60 millones.
            Imploro a todos los dioses que conozco, a los que están en excedencia, a las ninfas de los bosques, a los espíritus empadronados y hasta al sastre de María Isabel Déniz para que a ninguno de los aquí pensantes se le ocurra semejante babiecada. Lo digo desde ya, que me conozco al personal. ¿Ustedes se imaginan? Yo ya lo veo. Bandera XXL para Lanzarote, que como diría Inés Rojas ya somos una nación. Aquí la haríamos más grande que la de Soria. El doble o por ahí. Pedazo enseña para que se enteren que somos el Eje Oriental. Una bandera capaz de hacer la sombra que no hacen los árboles que no tenemos y, de paso, tapar la Mesa Insular de la Sanidad para que no se llene de polvo.
            La colocaríamos en algún lugar del litoral, que suele ser lo primero que se nos ocurre. Por la mañana, a las seis, la podríamos izar alguno de los cinco o seis periodistas que tenemos informativos a primera hora. A media mañana bajaría algún asesor del grupo de Gobierno, que esté desocupado en ese momento, para rendirle honores insulares. A las tres (las dos en carnavales, semana santa, semana blanca, pre-verano, verano y post-verano y navidad y fin de año) el que cierra el Cabildo se aseguraría de que ahí sigue. Por la tarde alguien de la oposición que sepa del tema tocaría el timple mientras alguna concejala le cantaría rancheras. Y por la noche, antes de ir al Rincón del Majo, un consejero al azar sería el encargado de arriarla a los sones de “a mi me gusta el pim piririm pim pim de la bota empinar”.
            Nos queda por decidir los colores de la bandera. Como Trillo en Madrid y Paco Vázquez en A Coruña ya la pusieron rojigualda y ahora Soria en Las Palmas la ha plantado gualdiblue, sugiero que aquí la pongamos con el azul y el rojo propios de la isla, claro, pero sólo por una cara. La otra la dejaríamos libre para ir colgando, cada dos meses o por ahí, la foto de quien nos presida en el Cabildo en ese momento. Con siete estrellas verdes, eso sí.