viernes, 21 de abril de 2006

Los Días C y los días Q


Los Días C, “C” de Cultura, son una iniciativa del Gobierno de Canarias que consiste en acercar algún acontecimiento cultural a los habitantes del Archipiélago vivan estos donde vivan. Lo ideó la Viceconsejería de Cultura que tutela Dulce Xerach. Lo detallo: Cultura del Gobierno decide que un concierto del grupo de moda es de interés. Pues propone un día, o varios, como “día C”. Quien quiera asistir, y que viva en una isla distinta a la que acoge el acontecimiento, tendrá ese día descuento aéreo o marítimo –si encuentra plazas de entre las propuestas por las compañías- y descuento también en los Hoteles Escuela de Gran Canaria y Tenerife, en ambos casos del 50%. Sobra decir que la dirección siempre será isla pequeña-isla capitalina. Nunca al revés ya que está por celebrarse el evento cultural en Lanzarote que antes no haya pasado por Gran Canaria o Tenerife.
            Los días Q, “Q” de Quimioterapia, son una realidad para muchos canarios que consiste en trasladarse a una isla capitalina a someterse a esas dolorosas sesiones para tratar de controlar al innombrable. Lo detallo: levántate temprano, toma el primer vuelo, ve al hospital, métete horas y droga por las venas, incorpórate absolutamente destrozado y decaído, vuelve al aeropuerto, espera por el retraso, coge el vuelo y a casa.
            Los Días C los decide el Gobierno. Los días Q el médico. Los Días C son voluntarios. Los días Q obligatorios. Para los Días C tardaron media hora en designar presupuesto, conseguir descuentos, poner los Hoteles Escuela de la Consejería de Turismo a disposición de la iniciativa y cinco minutos en convocar una rueda de prensa Dulce Xerach y Pilar Parejo, para contarnos la enhorabuena. Para los días Q llevamos  cuatro meses esperando que, tras muchos años de reclamación, el Gobierno se decida a hacer lo que el Parlamento le ordenó: dar algo más, mucho más, que las ridículas dos mil pesetas por día para el traslado, alojamiento y dietas.
            Ir a Gran Canaria en un Día C a ver una Opera que aquí nunca veremos me va a costar 50 euros del pasaje, otros 50 del alojamiento y 30 de la entrada. Gracias a que el Gobierno de Canarias me habrá descontado otros 50 del viaje y 50 del hotel. Total 100 euros que me dan para que vaya a enriquecerme culturalmente.12 para que me vaya a curar. No lo entiendo.
            Seguramente los Días C quedan muy bonitos en la foto. Pero seguramente también sea más el ruido que las nueces y poca gente quiera gastarse 20.000 pesetas para ir a Gran Canaria o Tenerife a un evento cultural. Más efectista que efectivo, en resumen. Sin embargo, los días Q seguirán existiendo mientras Lanzarote no cuente con infraestructura hospitalaria y especialistas suficientes. De ahí que urge al Gobierno cumplir con su deber y habilitar cuanto antes las ayudas económicas y de otra índole para que los días Q sean, que lo son, más importantes que los Días C.

martes, 18 de abril de 2006

La comunión


Folleto editado por el Area de Educación y Cultura del Cabildo donde se publicitan los acontecimientos culturales del mes de Abril. ¡Hombre!, voy a mirar a ver qué tal. Bien, bien. Bastante bien. 42 páginas, tamaño funda de CD, fotografías, ficha técnica, sinopsis de cada evento a celebrar y, por supuesto, día, lugar y hora. Completito, en definitiva. Pero un pelín mentirosillo. Sin culpa alguna, aclaro. Veamos, resulta que en las páginas 14 y 15 se puede leer:

Teatro: La casa de Bernarda Alba.
Centro Sociocultural de Valterra (Arrecife)
Teatro Estudio Arrecife (TEA)
Organiza: Área de Educación y Cultura del Cabildo de Lanzarote
Colabora: Ayuntamiento de Arrecife
Día: Sábado 29 de abril a las 20:00 h.
Entrada gratuita (Aforo limitado)

Pues va a ser que no. La Compañía (TEA) nos informa que en Arrecife se ha suspendido la función porque ese día y a esa hora, en ese lugar, hay una Comunión. Ave María, madre de Dios. Ya están otra vez estos pecadores. Si la descordinación fuere pecado, por supuesto y descontado. Menos mal que colabora el ayuntamiento de Arrecife. Creo que estamos ante otra demostración de que el Cliper de fresa da más votos que una representación de la obra cumbre de García Lorca (es quien escribió La Casa de Bernarda Alba, aclaro por si me lee algún concejal de Cultura). Porque sólo caben dos posibilidades. O que el Cabildo y el ayuntamiento de Arrecife no se conocen de nada. O que en Arrecife les dijeron que sí a los de la Cultura insular y que también a los de la Sagrada Ostia. Y ante la duda, ya se sabe. Al carajo el Teatro y que vivan los padrinos. Fue la segunda opción, no lo duden.
Claro, ante semejante problemón el ayuntamiento de Arrecife no reacciona sugiriendo, proponiendo una alternativa al lugar inicialmente previsto e, insisto, ya anunciado. Se suspende y punto. El Departamento de Cultura del Cabildo dice que sí, que La casa de Bernarda Alba se pondrá en escena en la Capital, por encima de comuniones, bautizos e incompetentes. Aguardemos. Porque dice muy poco, poquísimo, de una ciudad del siglo XXI que se tenga que suspender una obra Teatral porque resulta que hay una comunión. ¿No le parece, alcaldesa?

jueves, 6 de abril de 2006

La Escuela de Hostelería


No es la primera vez que escribo sobre la Escuela de Hostelería de Lanzarote. Seguramente no será la última. Aunque me gustaría lo contrario. Es, esta cuestión, una de las que me fuerza a contenerme para no desatar mi furia contra la panda de incompetentes que nos ha gobernado, nos gobierna y mucho me temo que nos seguirá gobernando. Así, en general.  Y es que sólo desde la incompetencia se puede medio entender que año tras año tengamos que asistir a las justas protestas de profesores y personal administrativo del Centro con meses de sueldo pendientes. El 18 de abril irán a la huelga tras que este último viernes caminaran en dirección al Cabildo acompañados de los cada vez menos alumnos que se matriculan, desmotivados, desencantados y desconfiados de hacerlo en una Escuela en la que no saben si es querida o no, si es útil o no, si es Escuela o no.

Vale que nadie le mandó a Dimas que la hiciera. Vale también que al ex alcalde de la Villa le interesaran más los votos que le iba a reportar su construcción que los pibes que en ella se iban a formar. Vale todo lo que ustedes quieran. Pero la cuestión no es esa –hace mucho tiempo que dejó de ser esa-. Hagámonos la pregunta ¿es necesaria la Escuela de Hostelería? Claramente sí. Sólo hay que asomarse a la calidad del servicio en la inmensa mayoría de bares y restaurantes para darnos cuenta de que estamos muy lejos de los estándares de calidad que tanto pregonan los mismos que nada hacen por procurarlos.

Me he entretenido buscando en Internet y me he tropezado con Escuelas de Hostelería en Marbella, Cádiz, Baeza, Gijón, Huesca, Toledo, Leioa…..Estas han salido sólo en la primera página del buscador. Ahí he parado. Pinchando sobre la de Huesca, sale una página web bien hecha con profusión de fotografías del Centro y varios detalles más. Picando sobre la de Leioa, me detengo en el apartado de las recetas que han ideado y elaborado los alumnos que hoy son ya cocineros. Alguno muy destacado, por cierto. No sigo buscando para que la rabia no me termine por consumir. ¿Y la nuestra, Dios? Pienso entonces que si Tahíche fuera un pueblo de Tenerife, en lugar de serlo del Lanzarote de los políticos débiles y serviles, la Escuela de Hostelería jamás hubiese estado resfriada, mucho menos con neumonía.

Pero no. Mal sobrevive abandonada del interés público allá bajo la falda de la Montaña de Tahíche. Viendo pasar el tiempo y las mentiras. Y comprobando como, poco a poco, los mismos que dicen amarla le van preparando la mortaja y la sepultura. El último invento que será, de nuevo, la salvación de la Escuela de Hostelería de Lanzarote se llama “Plan de Formación”, según dijo el otro día la Presidenta del Cabildo –ingenua la llamó un día Manu Riveiro-. El penúltimo invento fue bautizado como “Patronato de la Fundación de la Escuela y tal y tal…”. No sigo.