martes, 8 de abril de 2014

No es la política, son los políticos

Abril  de 2014. La distancia entre el común de la ciudadanía y esos otros ciudadanos a los que llamamos "políticos" es sideral. La brecha abierta entre dos partes que nunca debieron perder la condición de unidad, lejos de acortarse, sigue creciendo. La gente, ustedes, yo... solemos decir que estamos hartos de la política y de los políticos. En realidad lo estamos de estos últimos. Porque no es la política: son los políticos.

Hace algunas fechas decidí que quiero dedicarme a la política por un tiempo limitado. Y que no lo quiero hacer como "ellos". En mi declaración inicial de intenciones dejé escrito en las redes sociales que en este punto de partida tengo presentes varias cosas: que no debo hacer nada que avergüence ni a mi mujer, ni a mis hijas, ni a mi familia, ni a mis amigos, ni a mi pueblo. Que sólo soy un servidor de todos ustedes y que tienen todo el derecho, y el deber, de exigirme al máximo. A cambio no les prometo la solución a todos sus problemas, pero sí que los trasladaré al lugar donde pueden ayudar a solucionarlos.

Así lo siento. Y así lo haré si, llegado el caso, puedo serles de utilidad. Antes tendré que pedirles que confíen en mí a través del partido al que represento, Izquierda Unida. 

Que confíen en mí. Confianza. Eso es un voto. Cuando alguien desconocido les pide el voto, lo que en realidad les está pidiendo es que confíen en él. Y la entrega de ese voto, de esa confianza, nunca debe ser traicionada. 

Y a cambio de esa confianza, trabajo. Y a través del trabajo, resultados. No hay otro secreto. Con su permiso, en próximas entregas, les iré mostrando el programa con el que concurro con Izquierda Unida a las Elecciones Europeas del próximo 25 de mayo. Ojalá que podamos llegar a entendernos....