jueves, 30 de noviembre de 2006

...y le mearon los perros


Justo esta semana comentaba con Manu Riveiro en la Tertulia de Localia que al líder de los socialistas lanzaroteños, Manuel Fajardo, sólo le faltaba que le meara un perro. Tal cúmulo de despropósitos adquiridos voluntariamente o impuestos desde la superioridad, pero tragados sin agua, me parece a mí que atesora en muy poco tiempo de carrera política. Bueno, pues ya le ha meado. Levantó la patita justo al lado del chistoso Secretario de Comunicación de Fajardo y le ha enchumbado los pantalones a la altura del carnet del PSOE.

Junio de 2005 marcó el punto de inflexión. Manuel Fajardo diseñó todo para ser presidente y sólo consiguió aupar al primer sillón de la isla a Inés Rojas: la que ha firmado el decreto echando a la calle a Lula (el local, no el brasileiro). Tras semanas de tiras y aflojas (casi siempre tiraba Coalición y aflojaba el PSOE), el alter ego del Secretario General, o sea Carlos Espino, se queda sin PTE. Y muy poquito después es el socialismo entero quien se queda sin el documento del que habían hecho el motivo de su permanencia en el pacto. Mientras tanto Fajardo amenaza que te amenaza. Más de ahí no lograba pasar.

Pero no sólo en lo público flojea el jerifalte socialista. También en lo orgánico. Desde hace semanas, a cada decisión que adopta la Ejecutiva Insular socialista, sigue una contraorden de la Ejecutiva Regional (primarias, candidatos de Arrecife, candidato al Parlamento, coordinador de campaña,…) mostrando al gran público las debilidades de un ¿líder? A estas alturas la grieta abierta con la ejecutiva de Arrecife es una sima de colosales proporciones.

 Que todavía hoy las encuestas den triunfos aparentemente incontestables a los socialistas ha de deberse a una extraña confluencia de los astros o a que el resto de la política de Lanzarote es un solar de los de charco y jeringuilla. Otra cosa no me cabe en la mollera. Ahora, Fajardo se ve ante otro envite. Una de esas situaciones que ha gestionado rematadamente mal durante toda la legislatura. Le han hecho otra afrenta. Le han meado los pantalones. Puede reaccionar con personalidad o bajárselos por enésima vez. Veremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario