Lanzarote cambia de líderes

Algo está cambiando en el liderazgo de los partidos políticos insulares. Ya sea por acierto de sus cuadros ya por casualidad, como le ocurrió al burro de la fábula de Iriarte, pero lo cierto es que se atisban caras nuevas en el timón de no pocas formaciones políticas. O deberían atisbarse a tenor del rendimiento de unos y otros.

Veinte años es mucho

 

Gráfico: canarias7.es

El clásico del tango asegura lo contrario pero, como vamos a ver, dos décadas sí dan para mucho. Al menos en la política de Lanzarote. Acabamos de asistir a unas elecciones históricas en la isla. Es cierto que los partidos denominados emergentes no han alcanzado el número de votos suficientes como para dar un vuelco a lo establecido, pero ¿quien nos iba a decir a nosotros que un puñado de ciudadanos ajenos a la política de toda la vida dibujaran un mapa como el que ha quedado el 24M?

El 28 de mayo de 1995, hace veinte años, hubo elecciones como las de este último domingo. Pero entonces las cosas eran muy distintas. Juan Carlos Becerra, al frente del PIL, fue el partido más votado al Cabildo. Lo acompañaban Pedro de Armas, María José Docal, Celso Betancort, Higinio Hernández, Polo Cabrera Lasso, Marcos Páez y Plácida Guerra. El PIL obtuvo 10.582 votos. Este domingo las urnas dictaron que en el salón de plenos en lugar de haber ocho insularistas haya uno solo: Manuel Cabrera. Así lo decidieron 3.052 votos (provisionales) que le van quedando a los "de Dimas".

En 1995 la segunda fuerza más votada fue el Partido Socialista (como el 24M, ahí el tango acierta). Enrique Pérez Parrilla lideraba un PSOE que incluía en sus filas a Carmelo García Déniz, Florencio Suárez, Juana Hernández, Miguel Ángel Leal, Segundo Rodríguez y Juan Antonio Delgado Cejudo. Como ven, la paridad no siempre existió. Entonces el Partido Socialista rozó los 9.000 votos. Hoy está en 8.700. En aquellas elecciones esas papeletas le dieron para siete consejeros, ahora se queda en cinco.

Hace veinte años la tercera fuerza más votada fue Coalición Canaria. La apoyaron casi cinco mil personas, es decir, menos de la mitad que ahora. Tres hombres del norte, Juan Ramírez, su discípulo más aplicado Mario Pérez y Juan Santana constituían la representación de CC en el Cabildo. 

El Partido Popular se quedó entonces a sólo 60 votos de los nacionalistas (4.919 obtuvieron). Hoy contemplan a CC a unos 6.000 votos de distancia, más o menos. Entonces, como ahora, el PP obtuvo tres representantes: Julio Romero, Eugenio Lorenzo y Javier Ciprés.

Pero, con todo, quizá el dato más significativo es que hace veinte años votamos al Cabildo el 61,16% de los ciudadanos frente al 52,54% actual. Aquellos políticos (y otros) y sus políticas, nos han ido echando de las urnas poco a poco. Tal vez por ello, hoy debemos celebrar la presencia de los partidos emergentes.

Vivir sin esperar a morir

#viviracontracorriente. La lección de Albert López

Una vez le oí decir a un médico de un servicio de cuidados paliativos de un hospital andaluz que nunca había visto a nadie tan vivo como aquél que sabe que se va a morir. Recuerdo esta frase dos semanas después de sufrir una pérdida en la familia y el día siguiente de la muerte de Albert López. Iba a cumplir 22 años el próximo 14 de agosto. Veintidós años....

Albert ha muerto de cáncer de pulmón. Era la tercera vez en su joven vida que le diagnosticaban la misma enfermedad. En esta ocasión, a diferencia de las anteriores, decidió no someterse a quimioterapia sino seguir un tratamiento alternativo que, a la postre, ha resultado insuficiente para vencer al terrible mal. Esa lucha contra su propio destino la llamó Vivir a Contracorriente, y lo fue narrando en su propio blog, al que siguió un libro: Piloto de un cáncer. Una (otra) lección de vida que nos dan aquellos que saben que la muerte les puede sorprender en cualquier momento.

Muchas veces me he preguntado cómo reaccionaría yo de saberme en el camino sin retorno. Y en todas ellas me respondo que quisiera ser tan valiente como esta gente que devuelven cañonazos de vitalidad por cada bofetada de dolor que reciben. Luego miro alrededor, veo toda la belleza que me rodea, y se me encoge el corazón. 

Es cuanto quería contarles hoy. Y quizá, y sobretodo, cuanto quería contarme a mí mismo. Sí, quizá nunca vayamos a estar tan vivos como cuando nos vemos la muerte cerca, pero siempre será mejor empezar a vivir antes de iniciar la bajada.

Gobernar para las personas

DE: www.la931.com.ar

Desde que ha comenzado la pre campaña electoral, si es que alguien sabe en qué punto exacto comienza eso, nuestros aspirantes a vivir del cuento los próximos cuatro años no hacen sino repetir la socorrida coletilla que algún experto en márketing electoral les ha sugerido que digan. Y es curioso porque, o es el mismo experto para todos, o esto de las frases vacías es como las modas: todo el mundo con gafas de espejo azul que, en dos años, serán consideradas horteras, si es que la palabra hortera no ha pasado de moda.

A lo que iba: en esta pre campaña electoral, decía, se nos está apareciendo con mucha frecuencia la expresión gobernar para las personas. Desde la derecha a la izquierda, de arriba a abajo, de nacionalistas a lo otro. Gobernar para las personas, como antes fue sostenibilidad o, mucho antes, participación ciudadana. Gobernar para las personas como si en realidad se pudiera gobernar para otra cosa.

Aunque, ahora que lo pienso, hubo quienes en lugar de gobernar para las personas se dedicaron a hacerlo para los bloques, que es el equivalente canario al ladrillo de toda la vida. Y así, gobernando para los bloques, llenaron de hoteles ilegales el litoral de las personas y acabarán dejándose gobernar por el alcaide, que no alcalde, de turno.

Nueva etapa en la Televisión Canaria

Este martes, 5 de mayo, han tomado posesión de sus cargos los nuevos miembros del Consejo de Administración del ente Radio Televisión Canaria. Se cierra así la etapa más bochornosa vivida por la que, por simplificar, se ha denominado La Autonómica. De hecho eso mismo, la simplificación, es lo mejor que se ha sabido hacer bajo la dirección de uno al que llaman Willy García. Quizá algún día sepamos el porqué de su nombramiento hace ocho años perdidos. El saliente no ha acudido al acto de la toma de posesión del entrante quien, de paso, ni lo ha citado en su discurso de inicio de mandato. El entrante se llama Santiago Negrín y, al contrario de su predecesor, es hombre respetado y reconocido en la profesión periodística del Archipiélago. A su predecesor no es que no se le respetara, es que ni siquiera se le ha considerado nunca de la profesión.

De Negrín se espera que la Televisión Canaria dé un salto de calidad, cosa que no se presume excesivamente complicado atendiendo al punto de partida. En su declaración inicial de intenciones ya se refirió a que es preciso "corregir el rumbo". Y lo dijo frente a Paulino Rivero, el presidente bajo cuyo mandato se eligió al de antes al que se permitó que el Ente perdiera el rumbo que ahora hay que corregir. El rumbo, la dignidad, la independencia y unos buenos millones de euros, de paso.

Los canarios merecen infinitamente más de lo que hasta ahora se les ha venido ofreciendo. Salvo honrosas excepciones, la Televisión Canaria ha estado plagada de informativos manchados de sangre y casposa propaganda política, seudo programas de entretenimiento de serie B y mucho autobombo. De una televisión pública se pide más. Y a Negrín, al contrario del dj, se le supone el conocimiento necesario.

Es preciso revisar también los pilares en los que se apoya La Autonómica. Si Santiago Negrín quiere "garantizar la independencia" (y la decencia) , como también citó en su discurso de toma de posesión, se ha de ir soltando lastre en las alianzas con aquellos empresarios que poco, o nada, tienen que ver con los medios de comunicación o con aquellos otros con sospechas más que fundadas de estar envueltos en corruptelas político empresariales. Un vistazo al quién es quién de punta a punta del Archipiélago y majo y limpio.

El hambre no entiende de macroeconomía

DE: www.e-faro.info

Leo en la prensa de este lunes que Cáritas Diocesana de Barcelona estima que tendrá que seguir repartiendo alimentos durante una década más. Y lo leo el mismo día en que la Secretaria General del PP, María Dolores de Cospedal, ruega que no se castigue a su partido porque "se ha sacrificado por España". Y entonces pienso en que hay sacrificios que no entiende la gente. Probablemente porque nada tienen que ver con la gente. 

Sacrificarse por España debe ser eso tan raro que escuchamos en no pocos boletines: que si la prima de riesgo está en niveles bajos, que si la deuda se compra a no sé cuánto, que si 23.000 millones de euros para tapar agujeros negros (¿o eran tarjetas negras?), que si ordenamos a instituciones a que primero los bancos y luego ya veremos...Así que no nos extrañemos si, al mirar por la ventana, vemos que al pobre del barrio le ha salido competencia y ya son más rebuscando en los contenedores.

Cáritas lo advierte: aunque se recupere la economía aún tendrá que mantener abiertos sus centros de distribución de alimentos entre 7 y 10 años más, a causa de la profunda crisis económica actual.  Eso tiene la pinta de ser la realidad sin maquillaje. El lugar a donde no llegan los sacrificios que dice el Gobierno que está haciendo. Igual me pilla medio abotargado por el lunes después del puente, pero me da la sensación de que me están pidiendo que vaya a votar como si aquí no hubiese pasado nada.