lunes, 18 de diciembre de 2006

Algo que ocultar


Que Mario Pérez, presidente de Coalición Canaria en Lanzarote, es alguien que encaja mal, muy mal, las críticas es algo ya sabido. Que no soporta que nadie dude de su exquisita honestidad y honradez, también lo conocemos. Ya lo dejé escrito un día: ni una mancha en el traje (gris), ni una miga en el bigote. Sin embargo, esta especie de paranoia le lleva, en ocasiones, a cometer algún que otro desliz. Ya en la forma (llegó a sacar un comunicado de réplica a una rueda de Prensa de Alternativa antes incluso de que la opinión pública conociera el contenido de esa rueda de prensa), ya en el fondo. Y a ese fondo voy.

Asistimos estos días a una serie de reuniones de la Comisión de Investigación que trata de depurar las responsabilidades políticas, si las hubiera, sobre el famoso contrato cuyo supuesto incumplimiento derivó en el laudo condenatorio contra Inalsa. Me ahorro los detalles puesto que la historia es de todos conocida. Bien, pues de las cuatro o cinco reuniones que lleva celebradas la Comisión de Investigación, el Cabildo no ha notificado a la prensa ni una sola. O acaso la sesión constituyente y gracias. Apagón informativo que ha llegado a su punto de máxima expresión en la reunión de este lunes: prohibida la entrada a la prensa. Directamente.

La presidenta de la Comisión de Investigación, Angeles García (Secretaria General de Coalición Canaria en Lanzarote), negó el acceso de los periodistas a una sesión en la que se iban a visionar las comparecencias de Mario Pérez ante la Cámara de Comercio de Las Palmas. Mario Pérez acudió varias veces a someterse a largas sesiones interrogatorias en presencia de los equipos jurídicos de Inalsa, la UTE y el árbitro que acabó dictando el laudo. Como parece normal, por otra parte. ¿A qué obedece, por tanto, que se nos tratara de evitar la imagen del impecable Pérez sometido a un dilatado cuestionario? ¿Qué de secreto tiene ver al Consejero Delegado de Inalsa (empresa pública) dar explicaciones acerca de un asunto que a punto ha estado de

A Mario Pérez se le ha acusado de no mover ni el meñique para evitar que a Inalsa le cayera la enorme losa a modo de laudo condenatorio por aquel estropicio de contrato que firmó Pérez Parrilla en 2001. Se hizo el nuevo cuando, en su fiesta de presentación, el semanario Lanzarote Noticias adelantó la primicia. 

martes, 5 de diciembre de 2006

El yate

El otro día me mostraron un par de fotos en las que se apreciaba lustroso yate atracado en el Marina Rubicón (selecto puerto deportivo santo y seña del turismo de calidad y recurso siempre presente en las oraciones de un periodista). Me dijeron que pertenecía a una mujer que ejerce la política en la isla. Y añadieron que antes era de un poderoso empresario de la construcción. Y más nada. ¡Hala, búscate la vida y ata cabos! Puedo pensar bien y escribir que la señora se ha pedido un crédito de mil pares de narices, que se jarta a potaje en lugar de solomillo y que utiliza unos ahorrillos que le han quedado de vayan-a-saber-qué para comprar el paquebote de segunda travesía. Puedo. Pero también puedo pensar mal y acabar en la cárcel por difamador porque estas cosas que ustedes están pensando son casi siempre difíciles de demostrar.
            Un bajel como el que en la foto aparece vale sus buenos eurillos y el lugar donde está amarrado tampoco sale gratis. Creo. Es más, aseguro. Y si a eso le sumamos que esa familia ha de mantener, pongamos, una casita en la playa, otra en el campo y una tercera en la ciudad, nos dará como resultante que yo de mayor quiero ser político. Está por descubrirse el cargo público que pase más penurias, aunque sea las mismas, que pasaba en su vida “de civil”. Casi todos, ¡oh casualidad!, han aumentado su tren de vida nada más que con echarse unos ratos en cualquier poltronilla del tres al cuarto. Algunas, ya vemos, del tren de vida han pasado al yate de por vida.
            Así que cuando ví el retrato acerté a medio divisar mi cara de pasmado reflejada en estribor. ¿O era babor? Siempre he tenido algún problemilla para distinguir la derecha y la izquierda de los barcos. Más o menos como algunos políticos. Sólo que ellos se lían con la geografía ideológica y yo con la náutica. Si alguna vez soy concejal (que lo dudo porque ni aspiro ni me querrán en ningún lado por lenguaraza) supongo que aprenderé lo que es babor, estribor, proa, popa (esta medio me la sé), la botavara, el trinquete, el ancla, la escotilla (el escote), el forro y el morro (que algunas le echan al asunto, subrayo).

            Diablos de foto que descubre mis miserias. Quemándome los ojos en la pantalla del ordenador sin un mal constructor que echarme a la caja B. ¿Son todos iguales? No, qué va. Son unos cuantos. El problema es que el resto, en lugar de señalarlos con el dedo, calla. Calla y los sigue eligiendo candidatos. Y candidatas. Viva la Virgen (del Carmen, que es la patrona de los marineros. Y marineras) 

viernes, 1 de diciembre de 2006

007 presidentes en el Cabildo


El 21 de junio de 2003 Dimas Martín (001) tomaba posesión como presidente del Cabildo. Así lo quisimos los ciudadanos pese a que tenía pendiente una condena y un juicio con muy mala pinta –tanta que le tiene otra vez a las puertas de prisión-. El 10 de enero de 2004, Dimas entra en Tahíche. Pero sigue siendo presidente. Esta vez ya sin el permiso de los ciudadanos, pero permitiéndolo Coalición Canaria y el Partido Popular. Conviene no olvidar. Tendremos un presidente entre rejas hasta junio, más o menos, cuando Dimas dimite no sin antes teledirigir a Mario Pérez (002) que se queda guardándole el sillón como presidente accidental.

En julio de 2004, María José Docal (003) toma posesión como presidenta en medio de una fuerte crisis en el PIL. Aguanta hasta febrero de 2005 cuando dimite por problemas de salud pero con una moción de censura presentada en su contra y firmada, entre otros, por sus ex compañeros de partido. Es Plácida Guerra (004) quien preside esa sesión que encumbra a Francisco Cabrera (005), del Partido Popular, a lo más alto de la política insular. Fue el 23-F de aquel año. Verídico.

Apenas cien días en el Gobierno y Cabrera la lía destituyendo a los de Coalición Canaria y haciéndose tal bucle que acaba renunciando al cargo aupando a Loly Luzardo (006) a la Presidencia en un histórico dúo de gobierno formado por ella misma y Paco –harakiri- Cabrera (Astrid Pérez estaba de baja por pre-maternidad -eso dice ella, pero para mí que le daba vergüenza todo lo que estaba pasando-). El caso es que esta situación se mantiene hasta que el 30 de junio de 2005, y tras la enésima consulta a la Junta Electoral, sección Lanzarote, Inés Rojas (007) es proclamada presidenta del Cabildo.

Ayer, 30 de noviembre de 2006, el Partido Socialista rompía un pacto que debió romper mucho antes y deja en minoría a 007 (sin faltar, sólo sigo el orden de los presidentes) y sus chicos/as del grupo de Bondbierno, digo de Gobierno. Por delante seis meses de legislatura. Se impone la negociación, la sinceridad, la generosidad, el interés común. Se impone, en definitiva, la responsabilidad que, como hemos visto, ha estado ausente del Cabildo tres años y medio.

¿Y ahora?


Perdonen que lo pregunte, pero ¿Y ahora qué?. Una vez que los socialistas han firmado la ruptura que existía en el Cabildo desde hacía meses dejando al Gobierno –es un decir-  en minoría, se impone ese interrogante. ¿Y ahora? Teóricamente nuestros representantes públicos han de hacer un ejercicio de lo que menos tienen: responsabilidad. Y llevar la nave (o el camarote de los Hermanos Marx) hasta el puerto de mayo. Gobernar en minoría supone hacerlo con humildad y verbo. Hay que negociar, pero en serio, todas aquellas cuestiones que quieran aprobarse.

Ejercer la oposición, en tales circunstancias, invita a la generosidad y a la verdad. Y así seis meses. Medio año. La octava parte de una legislatura. Tiempo en la historia de Lanzarote que no podemos permitirnos el lujo de botar como hemos hecho –como han hecho- con buena parte de esta disparatada legislatura.