Diferencias y semejanzas

Diferencia: el ayuntamiento de Arrecife aleja a los clientes de los comercios con el cierre de la calle Alférez Cabrera Tavío mientras el de San Bartolomé los acerca a la zona comercial de Playa Honda con un sistema de aparcamiento de tiempo limitado público y gratuito.

Diferencia: el ayuntamiento de Tías baja la contribución a sus vecinos  acogiéndose a una línea de subvención estatal y manteniendo el mínimo tipo impositivo que marca la Ley, el 0’40%. En Arrecife los vecinos pagarán una burrada porque el alcalde sólo rebaja del 0’50% al 0’48%.

Diferencia: el ayuntamiento de Teguise no para de tributar homenaje a su patrimonio (Diabletes, Ranchos, museos,…) mientras que en Arrecife las fachadas están en ruinas o sin albear.

Semejanza: Manuel Fajardo Feo y José Montelongo dirigen la redacción de un Plan General del que no se sabe absolutamente nada. Mª Isabel Déniz hizo lo mismo mientras arruinaba su carrera política.

Feliz Navidad

Los concejales liberados en el ayuntamiento de Arrecife, y en los demás, tienen derecho a reimplantarse la paga extra de Navidad amputada por los ajustes de 2012. Como trabajadores públicos que son e igual que se ha hecho con el resto de funcionarios y personal laboral de las administraciones. Y la han cobrado.

El alcalde de Tinajo, y dos colegas suyos del grupo de Gobierno, tienen todo el derecho a embolsarse 300 euros extras cada mes en concepto de gastos de desplazamiento al utilizar su vehículo particular para las cosas del ayuntamiento. Y lo están haciendo.

Pero ni unos ni otros tienen la obligación de hacerlo. Y hasta me atrevería a decir que ni siquiera tienen la necesidad de hacerlo. Pero lo hacen.

Al final lo que capta el ciudadano es el gesto feo del no sacrificio. A unos y otros se les ha presentado la oportunidad de reducir la grieta que separa a política y ciudadanía. Y han optado por agrandarla todavía más.

Han podido lanzar el mensaje de la empatía. Yendo más allá: han tenido la opción de ser generosos con los más necesitados. Pero han preferido rebañar con el pan de la ambición el plato mucho más que mileurista, hasta que no quede en él ni una migaja de céntimos.

Buen provecho y Feliz Navidad.