Aunque no lo parezca David
Rodríguez, del Partido Popular y Ginés Quintana, de Alternativa Ciudadana,
tienen algo en común: los dos han dimitido de sus respectivas responsabilidades
políticas y ambos han utilizado una excusa peregrina para hacerlo. Contó
Rodríguez que se va a trabajar a otra isla y dijo Quintana que no veía bien que
su partido llevara a Fiscalía a los que ellos consideran coautores de la ruina
de Inalsa. Es verdad que luego el joven popular ha preferido deshacerse del
equipaje que pensaba llevarse a su destino profesional y lo ha dejado en
tierra.
Vamos, que David Rodríguez es
otro de los jóvenes del PP que están hasta el gorro de las maneras de hacer
política de su líder capitalino, Cándido Reguera, y ha visto en el ferry de la Bocaina una escapatoria
del paraíso de guiñoles que capitanea el ex vicepresidente del Cabildo, ex
Diputado Nacional y ex Alcalde de Arrecife, tan alborozado en el despacho de
gobierno como populachero en la oposición. Probablemente Reguera tuvo mucho que
ver en que el PP sacara un resultado histórico en la Capital en las últimas
elecciones y tendrá también gran ascendencia en el batacazo que se prevé si no
reconducen su grupo municipal.
Ginés Quintana, por su parte, ha
sido víctima de un ataque de transparencia. El pensaba que militaba en un
partido que busca la verdad y a los responsables de las malas políticas, pero
no tanto. Le ha mosqueado que Alternativa llevara a fiscalía a veintitantos
políticos y técnicos de los que sospechan que han podido contribuir a hundir
Inalsa. Dice que son muchos. La
Asamblea (por cierto, ¿cuántos van a las Asambleas?) le dio
un repaso monumental en la votación que decidía el paso a Fiscalía de la
denuncia. Sólo él votó en contra, el resto a favor. Así que se larga porque no
puede llevar adelante lo que él piensa sino lo que la mayoría de su partido
decide.