lunes, 26 de marzo de 2007

El dichoso anuncio


Aterrizo en Guacimeta procedente de Barcelona. He pasado un fin de semana largo en una ciudad cada vez más bonita, capital de una comunidad a cada paso más cerrada. Soy testigo privilegiado de la despedida de los escenarios de  Lluís Llach en un memorable concierto en su pueblo natal, Verges. Las canciones de Llach forman parte de la banda sonora de mi vida. Ya sé que al llegar el lunes me espera un PP boicoteador que no permitirá que Francisco Cabrera, Loly Luzardo, Cándido Reguera y demás lugareños populares me concedan ni una entrevista. Me hago cargo. Pero ignoro a la hora de tocar tierra y sentir el suave alisio dominical, que en el Cabildo la han vuelto a liar.
            Esta vez es un anuncio pregonando la supuesta gestión que ha hecho el equipo del, también, supuesto Gobierno. Lo veo en una página del Canarias 7 y, de repente, se me pasa la bobería del Llach para darme de bruces con la cruda realidad: los bananeros de siempre. Tremenda foto de la Presidenta recién salida del fotochóp y una columnita con unas fotillos y un alegato autopromocional de no sé qué futuro. Llamo a uno de los periodistas con los que trabajo a diario y me confirma que el anuncio tiene su extensión en la radio y en la tele. Me temo lo peor.
            El lunes por la mañana, al llegar a la redacción de Localia se confirman mis temores: contemplo y escucho el dichoso vídeo de auto bombo de la candidata al Cabildo de Lanzarote por Coalición Canaria, Inés Rojas, actual presidenta por la vía del triple salto mortal con doble tirabuzón. Vaya tela. Y qué poca originalidad. La táctica del abrazo a los viejitos y la chupita del niño. ¿Pero eso sigue dando votos? Pero hay más: va la Presidenta, y ya en serio, dice que el pueblo tiene todo el derecho del mundo a conocer qué hace su Cabildo. Que no se preocupe, que ya lo sabemos. Hacen el indio. Concretamente el indio populista.
            Aunque, bien mirado, esta era la única forma de que se pusiera el cierre a tan disparatada legislatura: con un anuncio igual de disparatado. Un vídeo que en lugar de vender gestión, vende a la candidata de Coalición Canaria, pero que paga el Cabildo. Los medios, es cierto, no han reflexionado mucho en torno a eso. Yo tengo la suerte de poder hacerlo y lo hago.