martes, 29 de septiembre de 2009

El ´cancer que padecemos


Carmen Arrocha, esa incansable mujer que preside la asociación que aglutina a las familias de enfermos de cáncer, ha vuelto a poner el dedo en la llaga: padecer la enfermedad que casi nadie quiere nombrar en una isla como Lanzarote, aumenta las probabilidades de perder la batalla. Dicho de otro modo: los lanzaroteños, que no tenemos las mismas posibilidades que grancanarios o chicharreros de formarnos en la Universidad, sí que contamos con más papeletas que cualquiera de ellos de morirnos si el cáncer nos viene a ver. Maldito privilegio.
            Y todo ello pese a los esfuerzos del personal de la planta de Oncología del Hospital General Dr. José Molina Orosa, que al parecer está bajo las órdenes de la Dra. Paz a quien no tengo el gusto de conocer pero de la que cuentan maravillas las opiniones de quienes comentan, en los modernos foros de Internet, la noticia que habla de las quejas de Carmen Arrocha. Tenemos un gran personal. Pero un personal más que insuficiente. Tenemos medios, pero ni los más avanzados ni en número bastante.
            Estas cosas. Estas malas cosas, ocurren en Lanzarote fundamentalmente por tres motivos que nada tienen que ver con la doble insularidad, los sobrecostes o la insistencia de los alisios en soplar siempre para el mismo lado. Las verdaderas razones, tres digo, son: la histórica marginación del Gobierno de Canarias a toda isla cuyo nombre no sea Gran Canaria o Tenerife; la escandalosa pasividad rayana en el aborregamiento de los ocho Parlamentarios Regionales que al parecer nos representan pero que se muestran incapaces de estar en lo importante y, tercera razón, el sempiterno conformismo de una sociedad, la conejera, que teniendo argumentos para agarrar la dinamita, sigue prefiriendo el estéril lamento silencioso.
            Esperar que el Gobierno de Canarias se ocupe  de algo que no sea el “exquisito equilibro entre las islas” (entiéndase entre las dos islas que acogen a las respectivas capitales de provincia) es perder el tiempo. Contemplar cualquier día de estos que sus señorías los ocho Parlamentarios lanzaroteños estén a lo que hay que estar, es inútil. Así que sólo queda desperezarnos. Abrir los ojos. Echarnos un balde de agua helada en la cabeza y reaccionar. Pongámoslos a trabajar.
            De los ocho magníficos poco se sabe. De una en concreto, la número cuatro del Partido Socialista, no sé ni como se llama (¿acaso alguno de ustedes lo sabe?). Otro aparece en las listas de los más vagos de la Cámara, un tercero vende como gran cuestión  presidir no sé qué comisión que busca a no sé qué niños (gran servicio a Lanzarote, la tal cosa)….y así podríamos seguir. Fue lo que votamos, claro, pero no es lo que merecemos. 

El silencio de los borregos


La Asociación Cultural El Triángulo de Cuatro Lados, cuya aportación al calendario cultural de la isla en los últimos años está fuera de toda duda, ha decidido replantearse la que sería VI Edición del Festival Musicae Candelaria, que con enorme éxito ha consumido ya cinco ediciones utilizando como emblemática sede de sus conciertos el sobrecogedor, y pequeño, auditorio de la Cueva de los Verdes. Se debaten entre no hacerlo o buscar otro lugar para deleitar a los fieles de la música culta. La razón de la disyuntiva se encuentra en la sordera voluntaria de la administración

Me explico. Para que el ciclo de conciertos sea posible, El Triángulo ha contado con el mecenazgo de instituciones públicas y empresas privadas. Nada extraordinario, en todo caso. Una de las organizaciones públicas que venía prestando su apoyo son los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote. Los Centros Turísticos de toda la vida y que tan manoseados están de un tiempo a esta parte.

Bien pues a pesar de que desde El Triángulo se consultó a los Centros, en junio y posteriormente algunas veces más, acerca de la renovación del co-patrocinio, a día de hoy, casi cuatro meses después, no han recibido respuesta. Ni sí, ni no. Silencio. Mutismo institucional. “Será que no hay pasta”, pensaron en la Asociación, así que nueva carta reformulando la oferta. Renuncian al apoyo económico y piden respaldo logístico: el uso de la Cueva y la aportación del personal que se requiere para acomodar a los espectadores. Otra vez silencio. Ni sí ni no. Callados como p….olíticos.

¿Qué cosa mejor que atender a los administrados tendrán que hacer nuestros administradores? Naturalmente, no es un tópico, su principal objetivo es procurar perpetuarse en el poder para seguir cobrando unos sueldazos que en su vida hubiesen soñado de seguir dedicándose a lo que rayos hiciere cada cual en su vida anterior. Pero aún siendo así algo de tiempo les ha de sobrar para atender al “querido pueblo”. Bueno, pues no. Hala y que te den.

Hay varios ejemplos así. Otras muestras del absoluto desprecio del que hacen gala los gobernantes ante los ciudadanos. Se atribuyen la capacidad de jugar con la agenda y el dinero de los demás demorando en el tiempo, hasta lo exasperante, cualquier petición o consulta que se les haga. Y no debería ser así. No deberíamos permitir que nos faltaran al respeto de un modo tan descarado. A fin de cuentas el político no es un ser superior. En todo caso es cada vez más inferior, más despreciable.

domingo, 13 de septiembre de 2009

De vuelta


Pues aquí estamos, preparando el regreso una temporada más, y van…Este curso, sin embargo, tiene algo de especial. Por muchas razones. La primera tiene que ver con el estreno en una Casa que forma parte del paisaje mediático conejero desde hace una década. De la mano de Salvador Hernández, “Las Arenas”, tanto en radio como en televisión, ha mantenido una línea empresarial digna y aseada en la particular selva lanzaroteña. Es cierto que siempre le ha faltado ese plus que la sitúe en primera línea de influencia en la opinión pública, ausencia no debida, en todo caso, a los muchos profesionales que a lo largo de los años han pasado por los estudios y platós.
            Así que cuento las horas para regresar a la pequeña pantalla con paso previo esta vez, y de nuevo, por la radio. Desde el 16 de septiembre, aquellos que quieran (que espero que sean muchos) me encontrarán en Radio Las Arenas (96.8 FM) entre las 7 y las 9 de la mañana. Allí contaremos las cosas que pasan y por qué creemos que pasan así y analizaremos lo que va a ocurrir y por qué, quienes lo planean, quieren que ocurra así.  Trataremos de marcar de cerca, de paso, a los muchos vagos que siguen ocupando sillones públicos. A ver qué tal se nos da.
            Otra de las razones que hacen atractiva esta vuelta está en los compañeros de viaje. Mantengo a Manu Riveiro como pareja de hecho mediático. Eso me permite contar con uno de los periodistas mejor informados y que más trabaja de toda la isla. Un privilegio. Pero esta vez, sumo. El dúo se convierte en trío con la incorporación de la periodista Usoa Ibarra, cuya rectitud e independencia nadie discute. Un placer. Los tres garantizaremos la pluralidad que Lanzarote espera, todos los días, a las dos de la tarde y en Nueve TV (lo que antes se llamaba Las Arenas). Tras las cámaras, un buen número de jóvenes más que preparados, dispuestos en esta nueva rampa de lanzamiento.
            La razón final por la que deseo que esto empiece ya a girar es la de poder agradecer a tantísimos como se han acercado estas semanas a preguntar por el proyecto y a dar su respaldo incondicional. Anónimos y conocidos. Entre los últimos, un grupo de empresarios de variada actividad económica que cree en la aventura. Un apoyo que nos posibilitará caminar día a día por una senda distinta por la que transitan los partidos políticos, pero desde la que los veremos hacer y deshacer. Me temo que más de lo último. Un proyecto, en definitiva, independiente. De esos denominados “peligrosos” por un tal Pérez del que ya les he hablado este verano.
            Volvemos con la ilusión del primer día y tal como siempre hemos sido. 

lunes, 7 de septiembre de 2009

Jóvenes y jóvenes

Coinciden las dos noticias en el tiempo. Jóvenes universitarios que se agrupan en una asociación y jóvenes de Coalición Canaria que dan su parecer sobre las políticas de “los mayores”. La comparación es inevitable y las diferencias, mayúsculas. Mientras los unos, los universitarios, ponen en evidencia el fracaso de las políticas educativas de quienes han gobernado la isla desde tiempos inmemoriales, los otros, los de Coalición, resumen todo en un “no pacto” con fuerzas estatalistas. Miedo al demonio Godo, debe ser. Vamos, lo mismito que hace el tío Paulino en Canarias y su sobrino nieto Juan Pedro en Teguise.

La poca altura de miras de los jóvenes de Coalición Canaria ha de preocupar. Lo primero a ellos mismos, naturalmente.