lunes, 17 de julio de 2006

El morro de Miguel


Se destapó. Le pide al PTE Melchor, Gaspar o Baltasar, un campo de golf.  Miguel Martín quiere que San Bartolomé tenga también sus verdes tapes y sus dieciocho hoyos. Faltaría más. Y lo quiere en un lugar comprendido entre la trasera de la zona industrial y la carretera que conduce a Güime. Un terreno inútil, se señala desde el grupo de gobierno del ayuntamiento. Y si ellos dicen que una cosa es inútil, créanlos. Son expertos. Sobre la cuestión hay mucho que hablar. Parece que el origen de la penúltima tontería salida de los ilustrísimos cerebros que nos gobiernan (es un decir) tiene su origen en la aviación. Me explico: cuando los grandes aviones despegan en dirección Playa Honda, deben hacerlo a mitad de carga puesto que pronto se tropiezan con el llamado Morro de Güime y , por seguridad, la reglamentación no les permite hacerlo al máximo de su capacidad.  Si ese morro desapareciera los aviones podrían ir a tope de combustible y así no tendrían que hacer escala en la península para dirigirse a países de muy lejos. Vale. Pues quitamos el muro, le hacemos un favor a la aviación y nos queda el terrenito llano para un campo de golf. Todo planeado.
            O casi todo porque, sin ser experto en la materia golfística. ¿Vendría alguien a jugar a un campo así? Yo les calculo (a los amantes del golf) un cierto gusto, llámale refinamiento o glamour. Polos de Ralph Laurent, pantalones de Hugo Boss, Rolex en la muñeca y Cartier para que el sol no dañe los ojos. ¿Y a estos los quieres meter en la trasera de una zona industrial? Virgen santísima. Tráete turismo de calidad para terminar mezclandolos entre aceites, coches abandonados y naves de Coca-Cola tirada por el piso. Con la Bandera Verde sostenible, eso sí.
            Pero hay más. Por deducción (insisto en que de Golf, ni la mínima) para meter la bolita en el agujero se requiere precisión y, por tanto, concentración. Ya veo el letrero: “Campo de Golf ‘El Morro de Miguel’: cerrado Jueves y Domingos por insistente despegar de aviones”. Porque, claro, ¿a ver quien es el guapo que se concentra con los dichosos avioncitos tocándote los hoyos cada dos por tres? ¡¡¡Grossen fastidien!!!
            Pero es lo que hay. Unos pidiéndose autódromos en lugares frágiles, otros campos de golf en zonas industriales….La apertura del debate de la llamada Oferta Complementaria de Ocio -concurso de ocurrencias, que diría Carlos Espino- tiene estas cosas. A ver quién la dice más gorda. Pueden ustedes votar. Concretamente el 27 de mayo próximo.

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