miércoles, 5 de marzo de 2008

Las sombreras de Anita


Lleva casi medio siglo departiendo con palmitos y paja de trigo. Convenciendo al rudo material que mejor servicio haría transformándose en sombrera. Y lo logra a un ritmo de una cada tres o cuatro días. Así son los trabajos artesanos de Ana Mª León, Anita, como la conocen en Los Valles. Se duele de unas manos que, siendo muy jovencitas, renegaron de la roseta y que decidieron, cumplidos los 26, dedicarse por entero a la elaboración de sombreras, con permiso del campo, naturalmente. Trabajo no le falta. Las agrupaciones folckloricas de la isla lucen tocado de doña Anita. Y sus creaciones han cruzado el mar en dirección al Norte. La Península, Inglaterra, Irlanda, Escocia…..de aquellas otras islas le encantó Edimburgo. Muestra con orgullo las fotografías y los recuerdos que su dedicación a la artesanía le han ido dejando.

Lo cuenta con hablar sereno, sumamente respetuoso y sin abandonar la modestia que acompaña a sus gestos. Doña Anita aprendió de su tía Andrea y pronto sus labores se ofrecían en la tienda de Alfonsito, en la Villa. Ahora casi todo lo hace por encargo. Y no la dejan parar. A veces, confiesa doña Anita, le dan ganas de no hacer más, pero ya forma tan parte de su vida, que mientras las manos y la vista obedezcan, ella moldeará sombreras.

Se siente reconocida, querida, respetada…ha ejercido ya de maestra de artesanas. Y todavía hoy, de rutina y con la radio como compañera de tarea, doña Anita sigue tratando el palmito con la determinación de la que sabe y el cariño de la que ama. Porque es oficio que hay que amar. Sólo el amor a una tradición calma el escozor de unas manos que, cada día y en toda la isla,  acarician los cabellos de las mujeres conejeras.

martes, 4 de marzo de 2008

Habló Dimas

Los argentinos, cuya pasión por el fútbol es de fama mundial, dividen en dos los estilos posibles: Menottista (de César Luis Menotti), o Bilardista  (de Carlos Salvador Bilardo). Menotti es un romántico del fútbol, un preciosista. Bilardo gusta más de la marrullería, un resultadista. En 1992 siendo Bilardo entrenador de un Sevilla en el que jugaba Maradona, el astro mundial le rompió el tabique a Albístegui, modesto jugador del Deportivo de La Coruña. Los dos quedaron tendidos sobre el terreno de juego. En esto que sale el masajista del Sevilla y al ver el estado más grave del rival (sangraba notablemente por la nariz) le presta atención dejando de lado al jugador de su equipo. Bilardo, que estaba en el banquillo hispalense, entra en cólera y empieza a gritar “…pisálo, pisálo, qué carajo me importa el otro…pisálo, pisálo…los nuestros son los de colorado…”
            Si Dimas Martín fuera argentino seguramente sería Bilardista. El mensaje que acaba de lanzar a las bases de “su” PIL es, claramente, el “pisálo, pisálo” pero referido al acuerdo con Coalición Canaria. Se niega a ser el utillero que le da agua al rival, disfrazado de compañero por mor de una ficticia alianza nacionalista que acaba de saltar por los aires. Han puesto la sede, la maquinaria y hasta las cristaleras para que Coalición Canaria se dé el chorro de gusto con los supuestos votos ajenos. Y Dimas ha dicho basta.
            La continua aparición en los mítines de los tránsfugas que fueron del PIL la pasada legislatura, el machaqueo constante de los dimistas de siempre (instalados en los campos y en los barrios de Arrecife, fundamentalmente) echándole en cara al fundador de los insularistas de lo corta que tiene la memoria y la sensación de entreguismo absoluto que ha dado el PIL en esta campaña, han colmado el vaso del orgullo bilardista de Dimas. Y ha estallado.
            Se le pedía su aparición en la campaña. El candidato al Senado por la ficticia alianza nacionalista, Jesús Machín, ya no sabía cómo decir lo mucho que quiere a Dimas, lo buen político que es y la injusticia que los demonios socialistas han cometido con él. Por su casa de Guatiza han desfilado dirigentes de Coalición Canaria que no pueden llegar ustedes ni a imaginarse. Y de tanto insistir, al final Dimas ha aparecido en la campaña. Sí, lo ha hecho. Pero en plan Bilardo.
            “Pisálo, pisálo, qué carajo me importa el otro…pisálo, pisálo…los nuestros son los de fucsia y verde…”

            Las bases del PIL, que esperaban una señal de su líder histórico para ver qué hacer con su voto el domingo, ya han recibido el mensaje. Dimas Martín no aparecerá en un escenario junto a Coalición Canaria elevando el brazo de Jesús Machín y de Antón Hernández. Dimas Martín ha dicho “pisálo”. Y en la militancia del PIL han respirado tranquilos: ya no tendrán que traicionar la memoria de los que quedaron tirados en la cuneta, la pasada legislatura, al coger la guagua de Coalición Canaria, vía APL.