viernes, 11 de agosto de 2006

El tercer hombre

Con su permiso. Perdonen que sea pesado, pero me parece que debo serlo. Ya he compartido con quien me quiera escuchar que lo del Cabildo me parece inaceptable se mire por donde se mire. No va. Y punto. Estos días, además, hemos asistido con absoluta naturalidad (de hecho nadie ha asaltado la Casa Cabildo) a la presentación pública de un mentiroso o mentirosa. ¿Sabía Manolo Fajardo que Inés Rojas había remitido la famosa carta al presidente del Gobierno? Ella dice que sí. El dice que no. Y como las dos cosas no pueden ser, deduzco que en el Cabildo hay, mínimo, un mentiroso o una mentirosa. Tendremos que mirarles la nariz a ver quién es.
            Las diferencias de criterio entre la número uno y el número dos son claras y evidentes. Y hasta normales, dirían ellos, tratándose de dos partidos distintos. Bueno, de un partido y la otra cosa. Así que ni se inmutan cuando se transparentan sus limitaciones. La última táctica del Partido Socialista es la de dejar a la Presidenta sola a los pies de los caballos. Aprovecharon que la Autoridad Portuaria le remitió a ella la reiteración de alegaciones al BIC del Castillo de San José para cargarle el mochuelo de las declaraciones públicas. Así se entiende que últimamente sea sólo la Presidenta quien da explicaciones de lo que pasa.
            Pero, ¿Y el tercer hombre? ¿Y Mario Pérez? ¿Son, los silencios de Pérez, producto de agosto o producto de a gusto? Cada vez resulta más evidente que a Pérez le interesa una presidenta desgastada, cuanto más mejor, para ganarle el primer puesto al Cabildo cuando llegue el inevitable momento de la fusión, apareamiento o como se llame a lo de APL y CC. Lo más reciente del Vicepresidente Segundo del Cabildo ha sido echarnos la culpa a los ciudadanos cuando el agua no sale del grifo. Ya saben: según el reglamento (?) de Inalsa  es nuestra obligación tener reserva de agua para cinco días.

             Supongo que será normal que distintos partidos políticos dentro de un mismo grupo de Gobierno traten de arrimar el ascua de la gestión a su sardina electoral. Lo que ya no resulta tan entendible es que no hagan otra cosa que eso.

jueves, 3 de agosto de 2006

Cruasanes de Estado


Dice el refrán que a falta de pan, buenas son tortas. Así que con Zapatero siendo feliz en La Mareta, a los periodistas nos ha tocado desayunar con el Secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda. Flanqueado por la subdelegada del Gobierno de Canarias, Carolina Darias y el Director Insular de la Administración General del Estado, Marcial Martín y escoltado por bandejas de cruasanes, mini napolitanas de chocolate, algunos panes con y sin sésamo, embutidos varios, zumo de naranja, agua y café aguachirri. Este cronista llegó media hora tarde a la cita. Muy mal hecho. Sin embargo, sólo quedó fuera del bloc de notas una simpática alocución al “efecto Lanzarote”, según el cual quien veranea en la isla estará huérfano de los catarros invernales que pululan por la península. O sea que Zapatero se ha ahorrado tanto en clínex como en alquiler de su lugar de vacaciones.
Moraleda, que desmintió ser vigilante de la playa cuando un periodista le cuestionó sobre a qué dedica el tiempo libre ZP, sí confirmó que las aguas del Atlántico se abrieron para recibir el primer chapuzón veraniego del alto mandatario que, por lo demás, descansó lo que pudo en su primera jornada completa en la isla y sólo al caer el sol, a eso de las ocho de la tarde, se calzó las deportivas para pasear con Sonsoles, su mujer. Dijo Moraleda que Zapatero es feliz. Y más que lo será mañana, que es el día de su cumple. Le caerán 46. Insultantemente joven.

Un cocinero cabreado
Zapatero ha llegado a Lanzarote con el mínimo personal imprescindible al que obliga su seguridad y bienestar, según el protocolo de Estado que se sigue en los desplazamientos presidenciales. En el complejo de La Mareta, además de la familia Rodríguez-Espinosa, se alojan cinco miembros de su seguridad personal, un médico, un ATS y un cocinero. Uno. No quince. Y además cabreado. No con el mundo sino con quien ha divulgado maliciosamente que a ZP le acompañan 15 “tres-estrellas-michelín”. Un Moraleda socarrón dijo a los periodistas que 15 cocineros no caben en ninguna cocina. Por cierto, que el presidente francés, Jacques Chirac, no probará el gazpacho del cocinero ya que no se le espera por La Mareta. Otro rumor desmentido en el desayuno institucional. Zapatero, de hecho, no espera más visita que la ya cantada del Ministro de Justicia Juan Fernando López Aguilar, que estará en Lanzarote este domingo.

Habrá foto en Timanfaya
En la calle Génova de Madrid, a dos mil kilómetros de aquí, los ideólogos del portavoz de guardia del PP tendrán que hilar fino para encontrar el chiste, también de guardia, cuando vean la foto de José Luis Rodríguez Zapatero y familia en el Parque Nacional de Timanfaya, entre las aulagas ardiendo, los géiser asustando o la parrilla al calor del volcán. O en el echadero de camellos si acaso osa subirse al petudo animal para notar los vaivenes de las vacaciones conejeras. No se sabe el día, pero será antes del 25 de agosto ya que esa jornada el Presidente estará en la Capital al frente de su Consejo de Ministros. Dijo el guardián de los cruasanes de Estado, digo de los secretos de Estado, que la foto en la Joya de la Corona insular, es a petición de la presidenta Rojas quien así se lo transmitió en la audiencia privada de este martes.

Y dos huevos duros
Que no los hubo en el desayuno, por cierto. El Secretario de Estado de Comunicación avanzó dos cuestiones que el Presidente se ha traído entre su equipaje: mejoras en el Centro de Internamiento de Inmigrantes de Fuerteventura (del de Lanzarote nada dijo) y la adquisición de un helicóptero PUMA que reforzará el servicio de lucha contra el fuego existente en el Archipiélago. Con esto, varios bizcochos y mucho off the record, nos dimos por desayunados.