martes, 12 de mayo de 2015

Vivir sin esperar a morir

#viviracontracorriente. La lección de Albert López


Una vez le oí decir a un médico de un servicio de cuidados paliativos de un hospital andaluz que nunca había visto a nadie tan vivo como aquél que sabe que se va a morir. Recuerdo esta frase dos semanas después de sufrir una pérdida en la familia y el día siguiente de la muerte de Albert López. Iba a cumplir 22 años el próximo 14 de agosto. Veintidós años....
Albert ha muerto de cáncer de pulmón. Era la tercera vez en su joven vida que le diagnosticaban la misma enfermedad. En esta ocasión, a diferencia de las anteriores, decidió no someterse a quimioterapia sino seguir un tratamiento alternativo que, a la postre, ha resultado insuficiente para vencer al terrible mal. Esa lucha contra su propio destino la llamó Vivir a Contracorriente, y lo fue narrando en su propio blog, al que siguió un libro: Piloto de un cáncer. Una (otra) lección de vida que nos dan aquellos que saben que la muerte les puede sorprender en cualquier momento.
Muchas veces me he preguntado cómo reaccionaría yo de saberme en el camino sin retorno. Y en todas ellas me respondo que quisiera ser tan valiente como esta gente que devuelven cañonazos de vitalidad por cada bofetada de dolor que reciben. Luego miro alrededor, veo toda la belleza que me rodea, y se me encoge el corazón. 
Es cuanto quería contarles hoy. Y quizá, y sobretodo, cuanto quería contarme a mí mismo. Sí, quizá nunca vayamos a estar tan vivos como cuando nos vemos la muerte cerca, pero siempre será mejor empezar a vivir antes de iniciar la bajada.

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