miércoles, 27 de mayo de 2015

Lanzarote cambia de líderes


Algo está cambiando en el liderazgo de los partidos políticos insulares. Ya sea por acierto de sus cuadros ya por casualidad, como le ocurrió al burro de la fábula de Iriarte, pero lo cierto es que se atisban caras nuevas en el timón de no pocas formaciones políticas. O deberían atisbarse a tenor del rendimiento de unos y otros.



Los que entran en declive
Las elecciones del 24 de mayo han dejado seriamente tocados, por ejemplo, a Fabián Martín, el heredero de la marca PIL. Su liderazgo, que se empecina en mantener no se sabe bien si por respeto filial o porque viste más una poltrona que una farmacia, ha llevado al PIL a los peores resultados de su historia. Incluso en su feudo, Teguise, donde sólo cuentan ya con el apoyo de seiscientos cincuenta y pico vecinos.  Cien menos que los, hasta ahora, inexistentes Somos. Ahí tampoco ha estado a la altura su hermano José Dimas.
Otro que parece estar agotando sus días en la política activa es José Torres Stinga. Sus vecinos de Haría le han dado claramente la espalda y los del resto de la isla no se han visto especialmente motivados con su presencia en las listas de Nueva Canarias.
Igual le ocurre a otro veterano de la política: Francisco Cabrera, del Partido Popular, ha fracasado con estrépito en su municipio, San Bartolomé, donde se deja un tercio de los votos obtenidos por él mismo hace cuatro años y permite que se aumente la brecha con la fuerza más votada, el Partido Socialista que fue de Zapatero, la peor de sus pesadillas. Hace cuatro años los tenía a seiscientos votos de distancia y ahora, a mil trescientos.
Quien tampoco parece levantar pasiones entre los votantes es Rafael Juan González, de CC. Intentó ser alcalde de Teguise en 1999 y sacó sólo dos concejales. Lo volvió a intentar en 2003, también en Teguise, y sacó todavía menos votos. Y ni siquiera a la tercera fue la vencida: en Arrecife, viniendo de un Gobierno donde no ha escatimado en tapas y voladores, los ciudadanos tampoco se han ilusionado excesivamente con su presencia: ha perdido 800 votos en cuatro años. Es más: ha sido uno de los pocos municipios donde Pedro Sanginés, candidato insular, ha sacado más votos que el candidato local.

Los que han pinchado a la primera
De entre los que han tropezado a la primera destacamos dos socialistas: César Reyes en Tías y Alfredo Villalba en Haría. Su partido esperaba más de ellos en dos feudos que en su día fueron históricos del Partido Socialista. En Haría hace más tiempo, es verdad. Tampoco Alejandro Díaz en Arrecife ha ido dejándose jirones de camisa por los agarrones de sus fans. Se ha quedado a las puertas de entrar en el consistorio ante el indisimulado descojone de Pedro de Armas, el del Caribe (disculpen pero no se me ocurre otra cosa por lo que habría de ser recordado de su etapa de concejal).
Quizá en este apartado deberíamos incluir también a Astrid Pérez, la lideresa insular del Partido Popular cuyo discurso en la noche electoral distó mucho de la autocrítica a la que están obligados después de caer al cuarto puesto como fuerza insular. Además Pérez ha caído en votos en la Capital (más de 1.700) y en concejales (de 8 a 5). De primera a tercera fuerza.

Los nuevos líderes

Frente al anterior panorama de políticos que ya deberían ir recogiendo (pero ya verán que ninguno lo hará), emergen nuevos líderes insulares que no hay que perder de vista. En el ámbito nacionalista piden paso Oswaldo Betancort, que ha arrasado en Teguise, y Marci Acuña que ha roto todas las previsiones en Haría. Si se pone y no le ciegan otras ambiciones, el municipio norteño tiene alcalde para los próximos 20 años. En cuanto a Betancort, tendrá que pasar la difícil prueba de una mayoría absoluta. Hay pocos egos que resistan esa golosina. Si lo domina (al ego) será lo que quiera ser en 2019. Una interesante dupla a la que debemos prestar atención.
Y, finalmente, líderes emergentes a barullo entre la izquierda insular. Somos encarna el resurgir de Alternativa Ciudadana, demasiado enredada en los últimos años en pulsos internos y concejales de chirigota. Tomás J. López, Borja Rubio e incluso Paula Corujo son ahora los nuevos rostros en los que fijarse. Gente joven y, aunque suene manido, sobradamente preparada. López ha colado dos consejeros en el Cabildo, Rubio tres concejales en Arrecife y Corujo dos en San Bartolomé, los mismos que Omaira Díaz en Teguise. Habrá que ver su tarea a partir de ahora.
También Podemos ha aparecido con fuerza. Carlos Meca ha agitado el panorama del voto del hartazgo con lo establecido y se ha erigido como el líder de la tercera fuerza a nivel insular. Tres consejeros en el Cabildo le contemplan. Y Ganemos, la marca municipal de Podemos, dos en Arrecife con Leticia Padilla y uno en Yaiza y otro en Tías.

Y lo que viene

Y lo que viene es Ciudadanos. Que en Lanzarote se presentaron un cuarto de hora antes de que empezara el cotarro electoral y con gente que no se conocía de nada. Pese a este hándicap, y otros de organización interna, han logrado un consejero en el Cabildo, dos concejales en Arrecife y sólo la chiripitifláutica Ley Electoral canaria les ha dejado fuera del Parlamento

Interesante legislatura, sin duda.


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