lunes, 27 de abril de 2015

La UD Lanzarote está de vuelta

 
FOTO:  Facebook de Roy González
La Unión Deportiva Lanzarote, el equipo representativo que se suele decir al empezar todos los debates, se ha clasificado matemáticamente para disputar la fase de ascenso a la Segunda División B, un territorio ya explorado por los popularmente conocidos como rojillos que han militado en la división de bronce en dos etapas distintas: una muy efímera, de una temporada tan solo en 99/00 y, con posterioridad, ininterrumpidamente desde la 01/02 hasta la 09/10. Incluso figuran en el palmarés como campeones de grupo en la 03/04 y en los octavos de final de la Copa del Rey de la temporada siguiente donde cayeron eliminados por el Athletic Club de Bilbao de Llorente, Etxeberría, Ezquerro, Orbáiz y compañía al perder 6-0 en el viejo San Mamés tras ganar 2-1 en la ida.
Al aficionado común de aquellos tiempos les queda, entre otros, el imborrable recuerdo de legendarias eliminatorias de Copa contra el Real Madrid de Figo, Zidane, Guti o Makelele, al que se enfrentó tras aplastar (5-1) al Tenerife de Pepe Mel del "vamos, comemos, jugamos y nos volvemos" o la no menos atractiva ante el Atlético de Madrid de Luis Aragonés, Riquelme o el Niño Torres. Tiempos en los que Mendilíbar lanzaba su carrera de entrenador en la élite, en los que las gradas de la Ciudad Deportiva se acostumbraban a los casi llenos y donde se utilizaba hasta el palco con los presidentes ralphlaurent y sus amigos los políticos a muchos de los cuales había que explicar la diferencia entre el balón y el banderín de córner.
De esa época no tan lejana al aficionado le queda un grato recuerdo y a la Entidad una resaca monumental tras años de inmensos dolores de cabeza económicos. Porque todo aquello no salió gratis y donde hubo esplendor quedaron harapos. La UD se asentó en Tercera tras un amago de resurección a la primera temporada del descenso y las riendas administrativas del Club las tuvo que volver a asumir el sempiterno José Domingo Machín, presidente de los largos años de clase obrera.
Machín, junto con el capataz Domingo Gil en los despachos y Adolfo Pérez en el banquillo han sabido gestionar una temporada con una plantilla cuyo trabajo ya ha dado sus frutos y al frente de un equipo técnico y administrativo de silenciosa labor. Queda rematarlo y que la UD vuelva por donde solió, pero con mayor fundamento.
Aunque, si me permiten, yo lo dudo. Es verdad que hay otros lugares con menos población y movimiento económico que Lanzarote y cuyos equipos están asentados en la élite desde hace lustros, pero aquí, donde ya nos conocemos todos, la afición sólo va (vamos) a las bodas y otros convites y no tanto al curro diario;el dinero, o está en manos foráneas o como si lo estuviera, y en los despachos institucionales se sigue viendo al Lanzarote como un simple club en lugar de una gran marca. Claro que para ello habría que contar con el permiso de los demás. Que esa es otra.

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