La enésima crisis

Caos: Raúl Gómez Estudio
(www.raulgomez.es)

A estas horas deberíamos estar discutiendo sobre la elaboración de los presupuestos de la Comunidad Autónoma. Sobre los dineros que han de llegar a la isla para poner en hora nuestro reloj de las inversiones. Que va atrasado. Que marca el siglo XX y volamos ya más allá de la primera década del XXI. Unos quince o veinte años de retraso, que se dice pronto.

Estos días nos convendría encerrarnos en los despachos de Santa Cruz de Tenerife y pelear por recibir, como mínimo, el 8% que aportamos a la bolsa canaria.  El 8% y un piquito más en concepto de intereses por la deuda del Gobierno regional para con esta isla.

En eso deberíamos estar. Pero en lugar de ello vivimos enredados en la enésima crisis política insular. En si Sergio, Pedro, Pepe o Mónica. Al político lanzaroteño se le da muy bien instigar y, además, dispone de gran cantidad de tiempo libre para hacerlo. Si midiéramos el rato que pasan haciendo politiqueo y lo comparáramos con el que emplean en resolver asuntos relacionados con la gestión de su cargo, veríamos cómo la balanza se inclina, por mucho, hacia lo primero.

Es fácil de entender y menos de aceptar. En el politiqueo les va su supervivencia en la cosa pública donde se vive mucho mejor que en la verdadera ocupación de cada cual y, en la inmensa mayoría de los casos, se cobra infinitamente más. Enfrentarse a la gestión, sin embargo, es distinto. Incluso puede darse el caso de que descubran en sí mismos el ser inútil que siempre han llevado dentro.

Así que ahora pasamos el tiempo esperando que ocurra algo. Un "algo" que siempre es lo mismo o que es lo mismo de siempre: quítate tú para ponerme yo. Decepcionante.  Dijo Sartre que los soñadores confunden el desencanto con la realidad. Quizá sea eso.