lunes, 2 de septiembre de 2013

Hortensia y su muñeco de trapo (*)

La pequeña Hortensia tenía un muñeco de trapo. Y ese muñeco no tenía sombrera. Pero hete aquí que en la casa, como en todas las casas, había una, vieja y destartalada. Así que, ni corta ni perezosa, acabó de arreglarla y a partir de ese día, su muñeco de trapo tuvo la cabeza cubierta. Y Hortensia descubrió una afición.

En realidad doña Hortensia Pérez cuenta hoy, más de sesenta años después de ese episodio, que siempre ha tenido inquietudes artesanas. Ya de bien chica hacía rosetas, pero sus manos también han moldeado barro y tallado trajes y vestidos antes de entregarse por completo al palmito y la paja de trigo que, como Anita, la otra artesana de sombreras de Los Valles, planta junto a su casa. De eso hace casi veinte años.

Tiene los ojos menudos y muy vivos. Es conversadora y anda de acá para allá en su “fábrica” repleta de materia prima y de sombreras ya confeccionadas. Un televisor y una radio forman parte del decorado donde reposa parte de su obra. Se queja de sus manos. La izquierda ha sufrido ya dos operaciones, pero quiere tanto al palmito que ni siquiera le echa la culpa de sus males.

Las sombreras de doña Hortensia también han viajado. Fuera de la isla y en la isla propia. Relata con magua los más recientes viajes hacia Arencibia, los almacenes de la calle Real que se han ido apagando con la entrada del nuevo siglo. Y reivindica la calidad de la sombrera original frente a esas otras que a la que caen cuatro gotas se convierten en toallas mojadas.

No es oficio para dos platos y postre. Pero la pensión tampoco da para tanto. Así que entre una cosa y la otra, a doña Hortensia le da para el sustento y algún caprichito. Le queda el reto de dejar su sabiduría artesana a quien quiera aprender. Pero no es fácil. La gente, hoy, no tiene la facilidad de nuestros mayores para cogerlas al vuelo. Aún así, doña Hortensia ha ejercido de maestra. Y no le ha resultado difícil porque es eso: una maestra.


(*) Este artículo que escribí el 5 de marzo de 2008 forma parte del libro "Rostros de un paisaje", del fotógrafo Miguel Hernández, editado por el ayuntamiento de Teguise. Hortensia será homenajeada en la Feria de Artesanía 2013 en Mancha Blanca y por ello he querido recordarlo hoy.

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