A la Secretaria General del
Partido Socialista en la isla, Loli Corujo, no le parece bien que el Cabildo de
Lanzarote se gaste un millón seiscientos mil euros en un edificio para acabar
invirtiendo otro medio millón más (cálculos del presidente del Cabildo) y
acabar haciendo de él (del edificio, no del Presidente) un Museo de
Arqueología. Hasta aquí todo normal. Busquen a alguien a pie de calle que le
parezca bien tanto derroche. En los despachos ya es otra cosa.
Ocurre, sin embargo, que el
Partido Socialista cogobierna en el Cabildo. Junto a Coalición Canaria, el
partido al que pertenece el Presidente. Y que la decisión de la compra del
edificio no sólo es tolerada por el Grupo Socialista, sino que la defienden con
vehemencia e indisimulada pasión. Cuando
esto sucede puede ser debido a dos cosas: o que no hay debate interno en el
partido o que el Grupo Socialista en el Cabildo se gobierna solo. Incluso puede
que se den las dos circunstancias a la vez.
Loli Corujo asumió el liderazgo
del PSC lanzaroteño en falso. Ella ya sabía que no le iba a ser fácil poner de
acuerdo a las distintas familias. Incluso puede que aquella gran idea de
colocar de número dos a José Juan Cruz, tótem de la todopoderosa tribu de Tías,
haya servido para enredar más que para pacificar. De hecho Cruz ha hecho causa
con Joaquín Caraballo para hacer política al margen de lo que dicta el partido
y sus ocurrencias sólo han contribuido a crear confusión en la militancia
socialista que no ve ninguna diferencia entre su partido y Coalición Canaria:
el discurso de Caraballo en el Cabildo es exactamente el mismo que el de los
nacionalistas. Tal como si el PSOE hubiese sido fagocitado.
De ahí que Corujo intente marcar
distancias. De muy poco les ha de servir, desde un punto de vista electoral,
tener un Grupo en el Cabildo tan absolutamente entregado a la causa
nacionalista. Otra cosa distinta es la suerte que finalmente corra CC con esta
operación. Mala cosa es que la opinión pública rechace tus iniciativas e,
insisto, busquen por ahí alguien que aplauda que el Cabildo cambien un millón
seiscientos cincuenta mil euros por un edificio, con la que está cayendo.
No pocos nacionalistas temen
(algunos incluso desean) que esta operación que va para Museo Arqueológico (y
que bien pudo ser dote matrimonial) acabe en Panteón (político) del Presidente
San Ginés y su (sus) grupos en el Cabildo.
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