El ayuntamiento de Arrecife ha
logrado culminar el proceso de desahucio de las antiguas viviendas de los
maestros, en la calle José Antonio, pegadas al antiguo colegio Generalísimo. Ha
sido largo, casi tortuoso y con un impedimento de última hora con el que no
contaban desde el consistorio que preside Manuel Fajardo Feo: la resistencia
casi numantina de un ciudadano que, además forma parte de la policía local del
municipio.
Salvados todos los trámites
previos por parte del ayuntamiento, a quien es justo reconocer el desbloqueo de
los asuntos, la partida se juega ahora del lado de la Consejería de Educación
del Gobierno de Canarias a quien corresponde la construcción de un nuevo
colegio en sustitución de La Destila, un centro que hace años quedó obsoleto y
que sólo gracias a la voluntad de los docentes y a la infinita paciencia de los
padres, ha ido terminando curso tras curso en unas instalaciones poco
presentables.
Se nos ofrece, por tanto, otra
magnífica oportunidad para saber si el Gobierno de Canarias está a la altura de
las circunstancias o empieza ahora a poner las excusas que ya casi nos sabemos
de memoria para demorar otra de las muchas necesidades que se nos han ido
acumulando como consecuencia de la falta de inversiones. Y de nuevo otra
lanzaroteña, en este caso la viceconsejera de Educación, Manuela Armas, se
sitúa en el primer plano de nuestras posibilidades. Habrá que estar atentos
para ver cómo juega su papel
No hay comentarios:
Publicar un comentario