Lo bueno de compartir un mismo espacio con millones de
personas de todo el mundo a través de las no siempre bien comprendidas Redes
Sociales es que, de tarde en tarde, te tropiezas con alguna frase de esas que
invitan a detener el tiempo y pensar en qué querrán decir.
Leo una pregunta en una de esas virtuales plazas comunes
“cómo el Gobierno puede pedir educación si recorta en educación”. Es indudable
que la frase se podía haber construido de forma más elaborada, pero
difícilmente mejoraría el significado.
Un mandatario europeo dijo recientemente que quizá los
Gobiernos en Europa se habían excedido e los recortes pues han estrangulado las
economías familiares sin lograr el premio final que era atraer inversores del
exterior. Quizá el problema es que seguimos pensando siempre en clave
financiera y no en valores. Y la educación, en efecto, es donde se cimentan
todos los demás.
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