El presidente del Partido Popular
en Canarias y Ministro de Industria, Turismo y Energía, José Manuel Soria ha
sacado su cara más provocadora y cizañera en una entrevista concedida al
periódico La Provincia y publicada ayer domingo. En ella el ex alcalde de Las
Palmas vuelve a erigirse como el mayor defensor de la industria petrolífera que
Repsol tiene en Canarias. Pero además mezclando demagógicamente en la misma
frase las expresiones petróleo y pobreza y negando el derecho a Lanzarote y
Fuerteventura a elegir su futuro en relación a las prospecciones.
Es más, niega incluso a Canarias
ese derecho llegando a afirmar que el de la búsqueda de petróleo es un tema
nacional que nada tiene que ver con Canarias. Se burla del presidente
Autonómico, con el que co gobernó una legislatura entera y sin rechistar, por
apelar a la ONU para frenar las catas y, en definitiva y aprovechando la Semana
Santa, abandona la diplomacia que se le supone a un ministro, como el que deja
el capirote a las puertas del bar al que va a emborracharse.
Se me escapan las verdaderas razones de por qué el Partido
Popular que se opone al petróleo en Baleares y Valencia, lo defiende con tanto
interés en Canarias, pero sin duda deben ser poderosas razones.
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