domingo, 31 de enero de 2010

El icono de Cándido


El alcalde de Arrecife, Cándido Reguera, está frito por un icono. Quiere un “algo” en el islote del Francés que recuerde por los siglos de los siglos que fue él quien gobernó en la Capital de la isla durante un tiempo determinado. Que sus nietos vean esa cosa y digan “lo hizo mi abuelo Cándido” de la misma manera que él recuerda una y otra vez que Fermina, la del otro islote, fue su abuela. Caprichos de la vida, la misma que Zapatero nos quiere acortar ahora en dos años poniendo la jubilación a los sesenta y siete.
El icono soñado por Cándido es alto, muy alto, y diseñado por Calatrava, el arquitecto de guardia del Partido Popular. Así se lo hizo saber al propietario de los terrenos de las ruinas de la Rocar, Jaime Cortezo, durante la visita que éste giró al ayuntamiento capitalino y que fue la devolución de la que mandamases municipales le hicieron, un tiempito atrás, en un hotel de Gran Canaria. Cortezo está frito por que le dejen hacer más dinero en ese privilegiado solar.
La primera información que surgió del ayuntamiento tras el encuentro citado fue de las que asustan: “Cándido Reguera, Pedro de Armas y Antonio Machín proponen al propietario de los terrenos que encargue a un arquitecto de prestigio mundial un
boceto de edificio para la zona”. Así, sin agua para digerir la píldora. Y claro, han empezado los atragantamientos. Las posteriores declaraciones del alcalde no han contribuido a aliviar el escozor. “Que se gane en altura y que lo haga Calatrava” es lo poco que sabemos. Eso y que el edificio no albergará el ayuntamiento, lo cual ya es un detalle.

Si será museo, centro comercial, hotel, todo junto o nada de eso, no se sabe. Sólo que queremos un icono. Y que la idea la tiene que poner Cortezo, el amo del cortijo. Échense a temblar. Naturalmente las riendas de la operación las tendrá que llevar el alcalde. Cándido Reguera deberá atar en corto al dueño del solar para que el asunto no se disparate, porque entre la propuesta municipal y el grupo de coros y danzas mediático que ya se ha encargado de regalarle las orejas al primer edil, estamos apañados.
Así que por partes: tasación real y objetiva de los terrenos (nada de creerse lo que Cortezo diga.). A continuación, definir con exactitud el porcentaje en el que se podrá edificar y que Calatrava o quien sea se adapte al cachito que le toque. Lo que sobre del icono, para todos los que viven en Arrecife. Y otra cuestión de suma importancia: qué rayos queremos que lleve en su interior la singular construcción. Sin olvidarnos de cerrar relativamente pronto el debate abierto con tanto interés por el alcalde. Que luego se nos van los años y el icono sin hacer.
Así que pongámonos a ello. Nos disponemos a empezar un encuentro apasionante en el que el ganador, y por paliza, ha de ser el vecino de Arrecife.

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