martes, 29 de septiembre de 2009

El silencio de los borregos


La Asociación Cultural El Triángulo de Cuatro Lados, cuya aportación al calendario cultural de la isla en los últimos años está fuera de toda duda, ha decidido replantearse la que sería VI Edición del Festival Musicae Candelaria, que con enorme éxito ha consumido ya cinco ediciones utilizando como emblemática sede de sus conciertos el sobrecogedor, y pequeño, auditorio de la Cueva de los Verdes. Se debaten entre no hacerlo o buscar otro lugar para deleitar a los fieles de la música culta. La razón de la disyuntiva se encuentra en la sordera voluntaria de la administración

Me explico. Para que el ciclo de conciertos sea posible, El Triángulo ha contado con el mecenazgo de instituciones públicas y empresas privadas. Nada extraordinario, en todo caso. Una de las organizaciones públicas que venía prestando su apoyo son los Centros de Arte, Cultura y Turismo del Cabildo de Lanzarote. Los Centros Turísticos de toda la vida y que tan manoseados están de un tiempo a esta parte.

Bien pues a pesar de que desde El Triángulo se consultó a los Centros, en junio y posteriormente algunas veces más, acerca de la renovación del co-patrocinio, a día de hoy, casi cuatro meses después, no han recibido respuesta. Ni sí, ni no. Silencio. Mutismo institucional. “Será que no hay pasta”, pensaron en la Asociación, así que nueva carta reformulando la oferta. Renuncian al apoyo económico y piden respaldo logístico: el uso de la Cueva y la aportación del personal que se requiere para acomodar a los espectadores. Otra vez silencio. Ni sí ni no. Callados como p….olíticos.

¿Qué cosa mejor que atender a los administrados tendrán que hacer nuestros administradores? Naturalmente, no es un tópico, su principal objetivo es procurar perpetuarse en el poder para seguir cobrando unos sueldazos que en su vida hubiesen soñado de seguir dedicándose a lo que rayos hiciere cada cual en su vida anterior. Pero aún siendo así algo de tiempo les ha de sobrar para atender al “querido pueblo”. Bueno, pues no. Hala y que te den.

Hay varios ejemplos así. Otras muestras del absoluto desprecio del que hacen gala los gobernantes ante los ciudadanos. Se atribuyen la capacidad de jugar con la agenda y el dinero de los demás demorando en el tiempo, hasta lo exasperante, cualquier petición o consulta que se les haga. Y no debería ser así. No deberíamos permitir que nos faltaran al respeto de un modo tan descarado. A fin de cuentas el político no es un ser superior. En todo caso es cada vez más inferior, más despreciable.

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