Pues aquí estamos, preparando el regreso una temporada más,
y van…Este curso, sin embargo, tiene algo de especial. Por muchas razones. La
primera tiene que ver con el estreno en una Casa que forma parte del paisaje
mediático conejero desde hace una década. De la mano de Salvador Hernández,
“Las Arenas”, tanto en radio como en televisión, ha mantenido una línea
empresarial digna y aseada en la particular selva lanzaroteña. Es cierto que
siempre le ha faltado ese plus que la sitúe en primera línea de influencia en
la opinión pública, ausencia no debida, en todo caso, a los muchos
profesionales que a lo largo de los años han pasado por los estudios y platós.
Así que
cuento las horas para regresar a la pequeña pantalla con paso previo esta vez,
y de nuevo, por la radio. Desde el 16 de septiembre, aquellos que quieran (que
espero que sean muchos) me encontrarán en Radio Las Arenas (96.8 FM) entre las
7 y las 9 de la mañana. Allí contaremos las cosas que pasan y por qué creemos
que pasan así y analizaremos lo que va a ocurrir y por qué, quienes lo planean,
quieren que ocurra así. Trataremos de
marcar de cerca, de paso, a los muchos vagos que siguen ocupando sillones
públicos. A ver qué tal se nos da.
Otra de las
razones que hacen atractiva esta vuelta está en los compañeros de viaje.
Mantengo a Manu Riveiro como pareja de hecho mediático. Eso me permite contar
con uno de los periodistas mejor informados y que más trabaja de toda la isla.
Un privilegio. Pero esta vez, sumo. El dúo se convierte en trío con la
incorporación de la periodista Usoa Ibarra, cuya rectitud e independencia nadie
discute. Un placer. Los tres garantizaremos la pluralidad que Lanzarote espera,
todos los días, a las dos de la tarde y en Nueve TV (lo que antes se llamaba
Las Arenas). Tras las cámaras, un buen número de jóvenes más que preparados,
dispuestos en esta nueva rampa de lanzamiento.
La razón
final por la que deseo que esto empiece ya a girar es la de poder agradecer a
tantísimos como se han acercado estas semanas a preguntar por el proyecto y a
dar su respaldo incondicional. Anónimos y conocidos. Entre los últimos, un
grupo de empresarios de variada actividad económica que cree en la aventura. Un
apoyo que nos posibilitará caminar día a día por una senda distinta por la que
transitan los partidos políticos, pero desde la que los veremos hacer y
deshacer. Me temo que más de lo último. Un proyecto, en definitiva,
independiente. De esos denominados “peligrosos” por un tal Pérez del que ya les
he hablado este verano.
Volvemos
con la ilusión del primer día y tal como siempre hemos sido.
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