Puede llegar a entenderse por la inmensa conmoción que ha
provocado la llamada “Operación Unión”, pero no debiera ser así. Los partidos
políticos históricos, y los menos longevos, deben tener claro, y siempre a
mano, su propio código ético. Sus estatutos, reglamento o llámese como sea al
papel que deja clarito cómo actuar en casos como el que nos ocupa. Sin embargo
da la sensación que, atónitos y medio aturdidos por el bofetón de la Justicia , los partidos no
atinan a actuar como les indica el régimen interno, sino que hacen de la
improvisación esa especie de pretendido callejón de huida de la atención que
está prestando la opinión pública. Les ha pillado todo esto con el paso
cambiado.
Fíjense,
sino, en el episodio que vive el Partido Socialista. La Guardia Civil detiene a dos
concejales de su socio de Gobierno y la agenda la marca la Campaña Electoral
y el debate de López Aguilar con Mayor Oreja. ¿El resultado? Todo el PIL de
Arrecife a la calle. Es el PSOE el que señala con el dedo dónde está el
problema. No en una o dos personas, ni siquiera en todo un partido, sino en un
grupo concreto de un sitio determinado. Hilan fino.
Transcurren
los días y se sabe de la imputación de uno de los suyos, el consejero de
Cultura del Cabildo, Rubén Placeres. El joven político, aparentemente sin que
nadie le diga nada, deja el cargo y pide la baja del Partido. Todo el PSC le
elogia. Su Secretario de Comunicación llega a decir que es un “buen socialista”
y una “magnífica persona”. A esa hora hay insistentes rumores de que otro de
los suyos ha pasado por el cuartelillo de la Guardia Civil. Y no es uno
cualquiera. Nada menos que el alcalde de Arrecife, Enrique Pérez Parrilla. Un
histórico. No tarda en confirmarse que está imputado, como Placeres.
Nervios en el PSC. Olvidan
dónde han metido los dichosos reglamentos internos y optan por el aserejé. La
presidenta del Cabildo, Manuela Armas, no pide la dimisión de Pérez Parrilla
sino la “des-dimisión” de Rubén Placeres. Estupor. ¿Y aquello del “buen socialista”
y la “magnífica persona”? La siguiente medida es decretar el silencio, que
visto lo visto no es poca cosa…si no fuere porque precisamente, por quedarse
mudito, es por lo que acabaron echando al PIL de cualquier gobierno.
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