Pasó el Debate sobre el Estado de la
Isla. Como era de preveer, el pueblo ni se
enteró. Y esa es la única buena noticia que sacó la oposición en el Cabildo.
Les salva que la mayoría de la población ha vivido ajena al espantoso ridículo
que han hecho Coalición Canaria, el Partido Popular y el Partido Nacionalista
de Lanzarote. Fue enternecedor verlos entregados en brazos del Gobierno, foto
de familia incluida, renunciando a sus propuestas a cambio de pactar tres
monumentales chorradas que no van a ninguna parte. Una se cae de madura:
ponerse de acuerdo en la revisión del PIOT. La suerte futura de las otras dos
escapan a la capacidad de acción del propio Cabildo: decirle a Zapatero que la
próxima vez que haga un Plan de Inversiones incluya a las instituciones
insulares y pedirle al Gobierno de Canarias que mantenga los llamados Planes Sectoriales.
El debate
comenzó con un largo y denso discurso de la presidenta del Cabildo, Manuela
Armas. Una alocución más propia de una sesión de investidura que de un Debate
de cómo va la cosa en el ecuador del cuatrienio de gobierno. Pero bien, digamos
que hay plan. Más o menos creíble, con mayor o menor posibilidad de
desarrollarse, pero plan a fin de cuentas. Es verdad que la estrategia del
pacto de Gobierno no difiere a la declaración de intenciones expresada por la
presidenta en 2007.
Y no es
menos cierto que ese Plan nunca ha gustado a la oposición. Los tres partidos,
CC, PP y PNL se lanzaron a la yugular del pacto de gobierno, PSOE y PIL, desde el
minuto uno. Y no han parado. Al contrario, con el tiempo han ido incrementando
el volumen de sus críticas mientras incorporaban nuevos elementos supuestamente
demostrativos de que el asunto no va. Y volvieron a la carga en su turno de
intervenciones. No se podía esperar otra cosa después de dos años de feroces
críticas a la ausencia de modelo, al despilfarro, a la quiebra de Inalsa y los
Centros Turísticos, y a tantas y tantas cosas como les hemos oído hablar en
todo este tiempo y que afloraron también el jueves por la tarde.
Pero hete
aquí que en el momento de rematar la faena, CC, PP y PNL se nos rajan.
Renuncian a presentar sus propuestas de resolución a cambio de ese supuesto
gran pacto de los tres puntos citados al principio. O sea: tienen perfectamente
identificados los fallos del grupo de gobierno, enumeran sin dudas los
estropicios que cometen PSOE y PIL, aseguran poseer la solución a todo cuanto
critican. Pero cuando son llamados a demostrarlo, dan media vuelta y bajan a la
escalerilla del Cabildo a sacarse la foto de familia. Lo dicho: enternecedor.
Hoy, con el
Debate ya vencido, regresa el quehacer cotidiano. Sin embargo, habrá un antes y
un después del Debate sobre el Estado de la Isla. Quizá el grupo
de Gobierno siga en la misma tónica, sí. Pero, ¿Quién creerá las feroces
críticas que, sin duda, la oposición seguirá lanzando? ¿Cómo hacer caso a
quienes machacan la labor del Gobierno y dimiten cuando se les presenta la
ocasión de aportar soluciones? Dirán que por responsabilidad se avinieron al
pacto de confiar en Zapatero, Paulino y Ezquiaga (el redactor del nuevo PIOT) y
que sus propuestas tenían poco futuro frente a la mayoría del Grupo de
Gobierno. Pero eso ya se sabía antes de empezar el Debate. Y cuando se sale a
jugar un partido, se juega hasta el final. Se muere en el campo. Nunca se va
uno, con las medias bajadas, antes de que el árbitro pite el final.
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