No soy tipo que guste de acudir a manifestaciones. En
realidad no soy gallo que disfrute fuera del corral (o cochino que se aventure
fuera de la pocilga, que habrán pensado algunos). Como prefieran. El caso es
que, como trataba de decirles, no me busquen en manifestaciones porque no me
encontrarán. Sin estar obligado por mi trabajo, he ido a tres movilizaciones en
mi vida: contra la guerra de Irak, en protesta por la carestía de la cesta de la compra y aquella
del 27-S con el grito de “Paremos la destrucción”. Bien, pues de esta última
quisiera que me borraran.
Ya sé que no es posible. Que allí estuve y me di el pateo
que pensé que me llevaría a vivir en una isla mejor. No estoy seguro que eso
haya sido así. Probablemente aquello sirvió para marcarnos un efecinco en nuestras conciencias. Puede
ser. No lo negaré. Más no reniego por lo útil o inútil de la movida a la que
nos llevó el Foro Lanzarote. Me borro por la utilización política que uno de
los cabecillas de aquel Foro, Pedro Hernández, le está dando al asunto.
Pedro, a quien con cariño suelen llamar Perico, ha incluido
imágenes de aquella manifestación en el anuncio televisivo que acompaña su
candidatura al Senado por su partido político. Y me he sentido molesto. Seguramente
entre las miles de personas que salimos a la calle el 27-S haya ciudadanos que
no les importe. Pero es más que probable que a otros les incomode.
Es verdad que el espíritu del 27-S se volvió carne y hueso
en forma de partido político (AC-25M) y ya muchos nos sentimos desencantados,
desengañados y utilizados. Y cierto es también que Perico se agarra a un clavo
ardiendo. Lo mismo usa el 27-S, que se apunta al carro de la cesta de la compra
o agarra la frase de “si luchamos podemos perder, si no luchamos estamos perdidos”,
que vaya a saber quien la ideó y que en Lanzarote la ha popularizado el
supuesto presidente de la supuesta organización (ecologista) El Guincho,
Santiago Medina, hacedor y registrador de siluetas en sus ratos libres, según
parece.
Total, que quiero que me borres, Perico. Que no me apetece
formar parte de la campaña electoral ni de tu partido ni de ningún otro. Yo,
como una parte más de aquel cadáver del 27-S, quiero descansar en paz.
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