Da la sensación de que ya nos hemos acostumbrado a que cada
semana nos corten el agua un par de veces. Es una especie de tradición en lo
que lo único que varía es el motivo del corte: unas veces por el calor, otras
porque se les ha roto una pieza, otras más porque les han cortado la luz….en
fin. La empresa madrileña a la que el Cabildo de Lanzarote ha entregado la
gestión del agua en una isla que luchó hasta la extenuación por ella no ha
caído con demasiado buen pie. Pero nadie protesta. O no al menos como
protestaría cualquier sociedad medianamente organizada.
Falta en la isla un punto de conexión entre la ciudadanía y
la indignación pública. Un clic que actúe como resorte y que levante a las
masas contra los abusos, las injusticias y los vaciles de la empresa del agua,
sí, pero también de otras políticas que siguen produciéndose a diario y que el
único beneficio que dejan ya se pueden imaginar ustedes a dónde va a parar
Añoramos, por tanto, aquel Foro Lanzarote donde confluían
organizaciones variopintas y ciudadanos anónimos que llegaron a provocar la
mayor manifestación que se recuerda en la isla, si quitamos la más reciente del
petróleo. Una sociedad organizada, en definitiva, no tardaba en cantarles las
cuarenta a la empresa que tanto nos regatea el agua.
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