jueves, 31 de mayo de 2007

27-M: Mi análisis


El gran triunfador de las elecciones del pasado día 27 es, sin lugar a dudas, el descrédito de la clase política insular. La altísima abstención, la gran cantidad de votos en blanco y que el PVPS haya obtenido un concejal lo demuestran. Cosa que, por otra parte, ya sabíamos (no que los vecinos de Playa Honda obtuvieran un acta, sino lo de tomarnos a chufla a los capitostes de la política conejera). Así que, visto lo que hay –y sobre ello-, hagamos una serie de reflexiones partiendo de si es más importante la cantidad de gente que te vota o los cargos públicos que obtienes. Yo sostengo que lo primero, habida cuenta que la Ley D’Hondt y las barreras electorales siguen haciendo de las suyas.
            Hay tres formaciones que pueden cantar victoria, por distintos motivos: El PSC porque ha cubierto las expectativas (aunque justito en Arrecife y Cabildo y pierde votos en Tías y Tinajo) y se ha sobrado en el Parlamento; el PIL, por motivos más sentimentales que aritméticos (pierde votos en todas partes menos en Tías y Yaiza); y el PNL-Nueva Canarias que estrenaba emancipación y escapó fuera de la marca CC (y encima, victoria histórico-simbólica en La Graciosa). Su único lunar: Yaiza, donde José Francisco Reyes no revalidó mayoría absoluta.
            Por el contrario, hay dos que sólo pueden decir que han fracasado: Coalición Canaria y el Partido Popular. Los nacionalistas bajan (y de qué manera) en Arrecife, San Bartolomé y Parlamento. No rentabilizan –ni mucho menos- el fichaje de todo el equipo de Gobierno de Teguise, pierden incluso votos (99) en el aparentemente cómodo feudo de Haría. Ganan adeptos en Yaiza (partían de cero puesto que allí Coalición era lo que ahora es el PNL), Tías, Cabildo y, sobretodo, Tinajo. Pero lo del Cabildo, incluso, se puede hasta considerar una derrota.
            El Partido Popular, por su parte, sigue sin despegar en Lanzarote en unas locales (¿qué tal una revisión en su equipo dirigente?) Loly Luzardo, Francisco Cabrera y compañía tienen al partido sumido en la permanente depresión. La aspirante al Parlamento perdió en el camino más de 800 votos. El candidato al Cabildo: 428. EL PP también se estalló en San Bartolomé (trescientos votos y un concejal menos), sigue siendo irrelevante en Teguise, Yaiza, Haría y Tinajo y sólo Arrecife (un centenar de votos más) y, fundamentalmente, Tías, con medio millar de nuevos adeptos y a punto de tocar poder, son lugares donde los conservadores se dan una alegría. En el apartado de fracasos apunten, por cierto, lo del movimiento ciudadano -que si acaso es movimiento lo es únicamente hacia atrás- y el CCN que para meter los dos de Juan Ramirez en Haría y a Javi Betancort en San Bartolomé no le hacía falta ninguna inversión multimillonaria en la campaña.
            En fín, que empieza una legislatura. Y, antes de que empiece, alguno ya tendría que irse. Allá cada cual. A fin de cuentas, hace ya cuatro siglos, un cura y escritor dejó dicho que la política es un acto de equilibrio entre la gente que quiere entrar y aquellos que no quieren salir. Pues eso.

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