martes, 13 de agosto de 2013

Ciudadanos contra ciudadanos


Empresa y trabajadores de los Centros Turísticos se sentaron ayer de vuelta a las negociaciones que, a corto plazo, tratan de evitar una huelga que sigue amenazante para este jueves y días sucesivos, y que a la larga ha de servir para crear un marco laboral en el que tendrán que desenvolverse los actuales miembros de la plantilla de los Centros y aquellos que se incorporen para cubrir jubilaciones o bajas.

La negociación fue a puertas abiertas para los medios de comunicación, lo cual no deja de ser una novedad. Ahora bien, si este hecho, unido a la inmediata nota de prensa de la Empresa lamentando la falta de acuerdo y tratando de poner en evidencia la generosidad empresarial y la inflexibilidad de los trabajadores, tiene por objetivo poner a los trabajadores a los pies de los caballos, mal vamos.

Y mal vamos porque no es demasiado inteligente zarandear a quienes, pasado mañana, literalmente, te pueden montar una huelga de las de acordarse toda la vida. Pero, más allá, tampoco parece muy elegante poner en el escaparate público a ciudadanos que luchan por sus derechos laborales y tratar de hacerlos pasar por salteadores de caminos, o de arcas públicas.

Circula en determinados ambientes políticos que ahora es el momento para que desde la política se pueda hacer lo que le viene en gana con los trabajadores porque, total, hay miles que lo están pasando infinitamente peor. Doble error: mal en un gobierno que quiere enfrentar a ciudadanos con ciudadanos y corto de vista si tenemos en cuenta que en Lanzarote, la mayoría, estamos en otras preocupaciones. El agua o la falta de ella, por ejemplo, es una muestra bien clara.

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